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miércoles,
18 de
octubre de
2006 |
El oficialismo
replicó duro
a la Iglesia
El diputado nacional kirchnerista Carlos Kunkel acusó ayer al sacerdote Guillermo Marcó, vocero del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, de ser una "versión moderna de los profetas del odio". También dijo que los curas que se postulan en Misiones como convencionales opositores a la reforma de la Carta Magna de esa provincia "pergeñan una defraudación y engaño a la ciudadanía".
El legislador, además, calificó de "hipócritas" a los altos prelados que critican al gobierno y los desautorizó porque, durante la última dictadura militar, "se pasaron la vida trepados a tanques manchados de sangre de argentinos".
"Me pregunto si, cuando se subían a los palcos de gobiernos militares, muchas veces en cuarteles y lugares donde había campos de concentración, los mismos que ahora piden que no se investigue (delitos contra los derechos humanos), ¿ahí se repartía amor y tolerancia?", desafió.
Kunkel también se centró en el vocero del Arzobispado, al que acusó de ser "profeta del odio". Y destacó: "Marcó habla de (que en el gobierno hay) resentimiento, pero puedo asegurar que participo de 150 a 180 actos por año en el país y no veo odio".
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