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miércoles,
18 de
octubre de
2006 |
Intentando crear conciencia
Con la presencia de Castrilli, presentaron un ciclo que aborda a la violencia en el deporte
Con la consigna "para que la violencia sea historia", y con la presencia del subsecretario de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos del Ministerio del Interior, Javier Castrilli, fue presentada ayer en un hotel céntrico de la ciudad una serie de jornadas sobre la prevención de la violencia en el deporte.
Estas jornadas (serán cinco y se realizarán en Santa Fe), organizadas por la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Deportes de la provincia, tienen como objetivo generar conciencia en cuanto a la existencia de un problema que está enquistado en la sociedad y que cada vez aparece con mayor frecuencia.
A raíz de los últimos actos violentos que estuvieron relacionados con el deporte, el defensor del Pueblo, Carlos Bermúdez, el secretario de Cultura, Jorge Lonch, y el subdirector de Deportes de la provincia, Carlos Aimar, tomaron esta iniciativa.
Las jornadas, que empezaron en la noche de ayer en Venado Tuerto, se articularán mediante la disertación de Javier Castrilli, y la dramatización del humorista Luis Rubio, en su personaje de Eber Ludueña, generando un contraste divertido y pedagógico.
En cuanto al origen de este problema, el ex árbitro Castrilli manifestó que "una de las características de esta problemática es la naturalización de las irregularidades, algo que en otro ámbito parecía totalmente impensable poder desarrollar y en un estadio de fútbol parece que está legitimado. Entonces yo creo que a través de este programa vamos a concientizar sobre todas las conductas como la discriminación, que son violencia".
Además agregó que "muchas veces los cánticos no forman parte del folclore del fútbol, como se toman".
"Yo diferencio al verdadero hincha del barrabrava. Hay una sensible diferencia que es que el barrabrava lucra, va a la cancha como negocio, como forma de sacar un beneficio o un rédito económico. Ellos lo toman como un verdadero negocio. Entonces creo que todos aquellos que se acercan a una institución para desarrollar lo que sería un verdadero aguante, son a los que tenemos que escuchar para recibir del mensaje de qué es lo que necesitan. Los que están haciendo su negocio tienen que estar en el lugar que les corresponda según lo determina la ley", prosiguió el Sheriff.
-Hace unos días declaró que muchos directivos no denuncian a los barras por miedo. ¿Pensás que algunos puede que no lo hagan por conveniencia?
-Debe haber. Seguramente que hay alguno u otro que especula con eso. La generación actual de dirigentes ha heredado un cuadro de situación donde dentro de la vida institucional están enquistados como socios los barras, entonces les cuesta mucho sacárselos y denunciarlos porque son permanentemente víctimas de extorsiones y amenazas. Es muy grande el nivel de complejidad que existe en este momento dentro de cada club. Debe haber algún dirigente que puede llegar a intentar sacar un beneficio de esa situación.
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