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 miércoles, 18 de octubre de 2006  
Primer ministro espera pronta sentencia de muerte para Saddam

Nayaf- El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, dijo el miércoles que espera que los procedimientos legales contra el ex presidente Saddam Hussein sean breves y que pronto sea declarado culpable y sentenciado a muerte.

Los comentarios del primer ministro chiíta se produjeron un mes después de que su gobierno removió al juez a cargo del procesamiento de Saddam por cargos de genocidio, argumentando que había sacrificado su neutralidad al afirmar que el líder iraquí no era un dictador.

Ello provocó críticas por parte de algunos grupos internacionales de derechos legales, quienes señalaron que la presión del gobierno y la violencia sectaria en Irak hacen imposible un juicio justo a Saddam.

Maliki se reunió hoy con Moqtada al-Sadr en la ciudad santa de Nayaf y dio luego una conferencia de prensa conjunta con el poderoso clérigo chiíta que encabeza la milicia del Ejército Mehdi, cuyos seguidores están en el gobierno.

Consultado acerca de los juicios a Saddam, Maliki respondió: “Si Dios quiere el juicio no durará mucho. Si Dios quiere la sentencia de muerte será pronto dictada contra el tirano Saddam y sus seguidores”.

Para el 5 de noviembre se espera un veredicto en el primer proceso contra Saddam, que se relaciona con matanzas en el poblado chiíta de Dujail en la década de 1980. El juez que presidía dicho proceso renunció en protesta contra la interferencia del gobierno.

Un segundo juicio contra Saddam y su primo Ali está en desarrollo.

Hassan al-Majeed, conocido como “Alí el químico”, junto a otros cinco están siendo procesados por crímenes de guerra y contra la humanidad por su rol en la campaña Anfal de 1988, contra la minoría kurda.

Saddam y Majeed también enfrentan un cargo aún más grave de genocidio y pueden ser colgados sin son hallados culpables.

Ambos juicios han examinado crímenes contra chiítas y kurdos, oprimidos durante el dominio sunita de Saddam, pero fortalecidos tras su caída, generando preocupaciones internacionales sobre ajustes de cuenta políticos e interferencia del gobierno.

Maliki, cuyo gobierno dominado por los chiítas está luchando por mantener el control sobre la violencia sectaria cada vez más sangrienta, dijo que ejecutar a Saddam ayudará a Irak.

“Definitivamente, con la ejecución de Saddam y de los criminales que están con él, aquellos que apuestan por volver al poder bajo la bandera de Saddam verán perder su juego”, dijo en la conferencia de prensa.

A pesar de que el veredicto del primer juicio se conocería el 5 de noviembre, cualquier ejecución podría verse retrasada por apelaciones y por hasta una docena de otros casos que puede enfrentar el líder derrocado.

El juicio por genocidio continuó el miércoles con el testimonio de dos testigos kurdos, quienes describieron los bombardeos a su ciudad por parte del ejército y cómo fueron transferidos a centros de detención en los que vieron a prisioneros a los que se les disparó en la cabeza. (Reuters)
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