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miércoles,
18 de
octubre de
2006 |
Los perros "comunitarios"
Escribo para responderle a la señora Cristina Dainotta, quien publicó el lunes pasado una carta en esta sección en la que se refería a los perros comunitarios como molestos y perturbadores. Déjeme aclararle que si los perros interfieren de alguna forma con las festividades o actos públicos, por ejemplo, ladrándole a un tambor, es porque fueron abandonados por personas carentes de compasión. No es culpa de los perros (ni de los gatos) tener que deambular por las calles de la ciudad: ellos antes tenían un hogar humano, pero el desamor de cierta gente los desterró de allí y los empujó a una vida miserable de abandono mitigada sólo por las caricias de "algunas mujeres bien intencionadas", como describe en su mensaje. Es de esperar que estos perros comunitarios sigan siendo protegidos por la ley y queden para siempre en el pasado acciones deleznables como las misteriosas desapariciones acaecidas en 1994 en el marco del III Congreso Internacional de la Lengua Española.
Darío Ravera
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