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miércoles,
18 de
octubre de
2006 |
Normas de higiene
Soy asiduo cliente del súper La Gallega, de Urquiza al 1100. Por segunda vez he observado un hecho que no deja de ser preocupante: en la sección rotisería, por orden patronal, el personal que manipula los alimentos, que los procesa, troza y empaca, debe mantener la limpieza del espacio donde trabaja. No sólo de los utensilios y mesadas, sino también del piso del local. Es así que munido/a de un secador y trapo de piso previamente empapado de agua en la pileta donde se supone se lavan los utensilios de cocina, el empleado limpia el piso de la rotisería. Acto seguido, el trapo de piso vuelve a la pileta donde es empapado nuevamente y escurrido, y finalmente vuelve al piso para completar la "limpieza". El empleado "lava" rápidamente sus manos con un chorro de agua (sin jabón) y vuelve a su tarea de despachar los alimentos. Me pregunto: ¿no sería correcto que un empleado destinado a la limpieza exclusivamente se encargue de la misma y que el rotisero se ocupe sólo de la comida? ¿La patronal que ya nos castiga con sus asiduas remarcaciones de precios también se desentiende de las mínimas normas de higiene? ¿Los inspectores de higiene hacen visitas sorpresivas a estos establecimientos? La Municipalidad tiene la palabra.
Jorge Medín, DNI 5.985.636
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