Golpe a local de telefonía móvil: se llevan 30 equipos

Fue en San Martín al 3000 en la tormenta de la madrugada. Rompieron un candado y levantaron la persiana

Aunque en los últimos tiempos la reiteración de hechos de esta clase haya puesto el robo de celulares al borde de la no noticia, la magnitud de un atraco de un negocio del ramo, en San Martín al 3000, volvió a llamar la atención ayer a la madrugada. Aprovechando la tormenta, delincuentes cortaron las cadenas que amarraban una persiana que protegía al local y sustrajeron 30 unidades de entre 79 y 550 pesos. "No se cuanto es en plata lo que se llevaron. Todavía no hicimos un arqueo, pero eran equipos de gama alta, media y baja", explicó por la tarde Liliana, la encargada del local robado en plena calle San Martín. "Por esta zona, el robo a casas de venta de celulares es algo normal. De todos los días", explicó.

"Desde hace unos cinco o seis meses, el barrio está más pero", comentó un vecino de Tablada, a pocos metros del local de Personal, de San Martín entre Gaboto y Amenábar. Liliana indicó que en el barrio están instalados hace un año. Durante ese período los robaron tres veces, dos de ellos escruches. El último había sido el 1º de mayo. "Esta vez cortaron las cadenas que aseguraban la persiana y la levantaron. Lo hicieron con total naturalidad", comentó la encargada.

El local de celulares robado ayer de madrugada está en el comienzo del centro comercial que se expande por calle San Martín hasta más allá del 5000. En la cuadra hay de todo. Almacén, quiosco, boutique, puesto de venta de diarios, telecentro y al menos dos casas de venta de celulares. Una de CTI y la otra de Personal. La agencia CTI tiene seguridad las 24 horas y la de Personal, bastante más pequeña en cuanto a sus dimensiones, no.

Según lo que comentó la encargada el robo pudo haber ocurrido durante la tormenta. "Después de cortar las cadenas, levantaron la persiana y entraron. No estuvieron mucho tiempo adentro. Se llevaron los equipos que tenían a la mano y se fueron. A mí me avisaron a las 3.15", contó. Si la puerta de ingreso al negocio no fuera una puerta corrediza frágil en su estructura, se podría decir que el golpe fue quirúrgico. Pero una vez que los ladrones dejaron atrás la persiana, sólo tuvieron que sarandear la puerta para ingresar. Y como no había alarma, todo resultó más fácil.