Yo creo: "Los chismes que se miran y no se tocan"

Pedro Squillaci / La Capital

Los programas que hablan de otros programas pueden ser criticados porque se exceden con el archivo en lugar de trabajar con producciones propias; también porque pasan horas criticando al otro cuando el otro es apenas conocido -o si es conocido lo es por ser un famoso desagradable-; porque se ríen de todo con desigual criterio; porque a veces caen en la chabacanería sin que se les mueva un pelo. En fin, por todo esto y por muchas otras cosas que los enrola en lo que habitualmente se llamó televisión basura. Pero hay algo en que son dignos de elogio: ellos compiten entre sí en lo temático pero no se superponen en los horarios. Es decir, se miran pero no se tocan. La prueba más clara es "Intrusos en el espectáculo" y "Los profesionales de siempre". El ciclo diario conducido por Jorge Rial va por América (9 puntos y llega a picos de 12) en su horario de 15 a 17, y a su finalización comienza el programa de Viviana Canosa (8.5 de promedio), que va de 17 a 18.30, por Canal 9. Entre ellos no se pueden ni ver, hay juicios de unos hacia otros y hasta se odian porque se roban material. Pero cada uno es fuerte en su horario. Ambos canales también respetan sus lugares en el prime time. Porque mientras "RSM", el entretenido programa de Mariana Fabbiani (7 puntos), ocupa la franja de 21 a 22.30 en América, el pobre envío de Gerardo Rozín y Beto Casella, "Todo por el aire" (2.5 puntos), va por el 9 recién después de las 23.15. Estas dos últimas propuestas difieren en la producción, pero esencialmente insisten en mirar y repasar lo que pasa en la tele. A esta lista se podría agregar "Duro de domar" (11 puntos), de Canal 13, que arranca después de las 0.30. Su bloque "La TV que nos alimenta" es un clásico en el ciclo que conduce Roberto Pettinato y es uno de los más vistos del programa. Estos programas pretenden funcionar como un espejo de la televisión, buena o mala, pero es la televisión que tenemos. Así lo muestra "TVR" cada sábado, pioneros, después de "PNP", en mostrar lo mejor y lo peor de la pantalla chica. Queda claro que los programadores del horario central en los dos canales más poderosos no aprendieron nada de esta leal competencia. Sin superposición horaria la gente puede ver todo lo que quiere y no sólo lo que puede.

O lo que le dejan.