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| domingo,
01 de
octubre de
2006 |
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Regalo que no fue muy bien recibido
La ocurrencia del senador santafesino Ricardo Olivera fue muy comentada en la Cámara alta de la provincia. Es que el hombre, generoso, tuvo un gesto muy especial con su colega Carlos Fascendini, a quien le hizo un regalo. Claro que el obsequio no fue bien recibido por quien se autopostuló para acompañar a Hermes Binner en la dura pelea por la Gobernación de la provincia. Porque el pícaro Olivera, atento a las declaraciones de Binner en cuanto a que prefiere que su compañero de fórmula sea "mujer, y si es santafesina, mejor", no vaciló en regalarle al Facha un lápiz de labios. El radical no tuvo más remedio que hacer de tripas corazón y responder con una sonrisa. Pero dicen que la broma le gustó poco y nada.
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La distancia enfría el amor
El comentario circula, insidioso, en los ambientes periodísticos locales. Tiene como víctima a un exiliado, un hombre que hace tiempo partió de la ciudad y se radicó en la Capital Federal, donde lo sorprendieron las mieles del éxito. Claro, tanta distancia física y tantos triunfos televisivos habrían enfriado, de acuerdo con las malas lenguas, la pasión que Gerardito Rozín siente por los colores auriazules dispuestos en rayas verticales. Al parecer, la excesiva proximidad a la que por razones profesionales se ha visto obligado con los rojinegros (aunque no fanáticos) Pablo Granados y Pachu Peña ha aportado su granito de arena y el muchacho, otrora gran hincha, estaría cada vez más remiso a ir a la cancha a ver al equipo de sus amores. Todo lo contrario de Reynaldo Sietecase, que cada vez que puede y como corresponde se hace una escapada al Gigante para ver a Central. Rozín, en cambio, está tan distanciado que ni siquiera -aseguran- sería capaz de reconocer a Wanchope. ¿Será cierto, o apenas otra calumnia rojinegra más?
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La libertad es la mejor receta
En el ex Normal Nº1 las cosas parecerían estar cambiando. Después de la bomba que significó la divulgación pública de la querella entablada por una profesora contra uno de sus alumnos, todo indica que las autoridades del colegio habrían decidido aflojar un poco las clavijas con el no confeso objetivo de recuperar la simpatía perdida. Y una de las primeras medidas adoptadas para recobrar un poco de popularidad habría sido largamente aplaudida por los estudiantes: simplemente, decretar la no obligatoriedad del uniforme. La libertad, parece, hace más felices a todos. O a casi todos.
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Un periodista bien rodeado
Armando Cabrera no afloja. El veterano hombre de prensa sigue, contra viento y marea, instalado en los medios locales y para evitar que el paso del tiempo le quite sorpresa apela a la sangre nueva. Específicamente, del sexo femenino. Y más específicamente aún, a bellas jóvenes que magnetizan la pantalla. Pícaro, el Colorado sabe cómo atraer a la teleaudiencia. Al menos eso es lo que dicen ciertos colegas que no pueden despegar los ojos de la tele cada vez que arranca "Entre líneas". Y no por coincidencias ideológicas, justamente.
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"La frase de Bonafini es propia de una terrorista de Estado"
Elisa Carrió, diputada del ARI
acerca de la opinión vertida por Hebe de Bonafini sobre el desaparecido Jorge Julio López.
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La Ciudad
Más que mil palabras
