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miércoles,
13 de
septiembre de
2006 |
Trabajo. Aunque mejoró respecto de marzo, registró una leve suba frente al mismo período de 2005
El desempleo en el Gran Rosario llegó
al 12,8% durante el segundo trimestre
La situación del mercado laboral es similar a la registrada un año atrás, pese al crecimiento de la economía
El desempleo alcanzó al 12,8% de la población económicamente activa del Gran Rosario durante el segundo trimestre del año. Si bien logró mejorar la mala performance del trimestre anterior, cuando la tasa llegó a 14,6%, se mantiene 0,4 punto por encima del mismo período del año 2005.
Las estadísticas difundidas ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) revelan las dificultades que encuentra el mercado laboral de la región para acompañar la meta nacional de bajar la tasa de desempleo a un dígito.
Mientras en la medición correspondiente al total de 28 aglomerados relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) ese indicador bajó a 10,4% entre abril y junio de 2006, en Rosario no logró empatar la situación existente a la misma fecha de 2005. La menor desocupación en el aglomerado se registró durante el último trimestre de 2005, cuando se ubicó en 11,7%.
En esa época eran 70 mil los desocupados del aglomerado, sobre una población económicamente activa de 561 mil personas. En el segundo trimestre de este año fueron 72 mil, sobre una PEA de 564 mil. Los ocupados pasaron de 491 mil a 492 mil.
Número más, número menos, la situación laboral del Gran Rosario es, en este sentido, prácticamente igual que la de un año atrás. Entre junio de 2005 y junio de 2006 la tasa de actividad, que permite registrar qué porcentaje de la población salió a ofrecer su fuerza de trabajo, pasó de 46 a 45,9%; mientras que la tasa de empleo (los ocupados sobre la población económicamente activa) pasó de 40,2% a 40,1%. La tasa de subocupación fue de 8,8% a 8,6% y, dentro de este universo, la subocupación demandante (trabajan menos de 35 horas semanales pero desean estar ocupados más horas) descendió de 7% a 6,5%, y la no demandante (no buscan trabajar más horas) subió de 1,8% a 2,1%.
Como lo vienen registrando distintos indicadores, desde la EPH hasta la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza el Ministerio de Trabajo de la Nación sobre el empleo privado formal, la evolución del mercado de trabajo en la región tuvo dos etapas muy marcadas: una fuerte recuperación al inicio de la reactivación económica, cuando se remontó la cuesta de la última crisis; y otro período caracterizado por variaciones espaciadas en un marco de amesetamiento.
Entre los segundos trimestres de 2003 y 2004, la tasa de desempleo se redujo más de 7 puntos, al pasar de 22,9% a 15,7%. Entre los segundos trimestres de 2004 y 2005, ese indicador cayó 3,3 puntos, desde 15,7% a 12,4%. Entre 2005 y 2006, se registró una suba de 0,4 punto.
En la misma secuencia, la tasa de actividad pasó de 44,6% a 44,7% entre 2003 y 2004; de 44,7% a 46% entre 2004 y 2005; y de 46% a 45,9% entre 2005 y 2006.
La tasa de actividad influye en la desempleo porque, en la medida que sube, significa que se deben crear más puestos de trabajo para absorber la mayor oferta laboral.
Así, una menor oferta, producto por ejemplo del llamado efecto desaliento, puede contribuir a un menor índice de desocupación, sin que signifique necesariamente una mejor situación del mercado laboral.
De acuerdo a los números del segundo trimestre del año, se puede inferir que en el término de un año el mercado laboral acompañó la evolución de la oferta de trabajadores, pero no creó empleos suficientes como para reducir la desocupación estructural.
Las cosas mejoraron si mide contra el primer trimestre del año. En ese período, la tasa de desocupación dio un preocupante salto hasta ubicarse en el 14,6%, producto entre otras cosas de que la creación de empleos no alcanzó a absorber la salida de nuevos oferentes al mercado de trabajo.
Tres meses después, la región representa mejores indicadores: 1,8 punto menos de desocupación y 1,7 punto más de empleo, a pesar un incremento de casi un punto en la tasa de actividad. En números absolutos, 8 mil desocupados menos y 21 mil ocupados más sobre un aumento de la población económicamente activa de 12 mil personas.
Mendoza, la mejor
En el primer trimestre del año, el Gran Rosario se ubicó primera en la tabla de desempleo de los 28 aglomerados que mide el Indec. En el segundo trimestre, mejoró un puesto al quedar detrás del Gran La Plata (13,4%).
Mientras el índice nacional de desempleo se ubicó en 10,4%, hay tres aglomerados de más de 500 mil habitantes que consiguieron el objetivo de llegar a un dígito: se trata de ciudad de Buenos Aires (9%), Gran Mendoza (6,7%) y Gran Córdoba (8,4%).
Cabe aclarar que, a diferencia de Rosario, en estas tres ciudades hay un "efecto colchón" sobre el mercado laboral, producto de la incidencia del empleo público al ser capitales.
En tanto, la desocupación e los partidos del Gran Buenos Aires se ubicó en el 12,1%, en el Gran Tucumán llegó al 11,8% y en Mar del Plata-Batán al 11,6%.
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Una de las colas que hace la gente para buscar empleo.
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