La directora de la Hemeroteca es la "bibliotecaria del año"

El acto de entrega de la distinción será hoy en el Senado de la Nación, adonde desembarcará todo el equipo

La directora de la Hemeroteca municipal, Griselda Heinze, recibirá hoy la máxima distinción que puede obtener su profesión en el país: ser declarada la Bibliotecaria del Año. El reconocimiento se formalizará en un acto que a las 18 se realizará en la sala Manuel Belgrano de la Cámara de Senadores de la Nación, adonde Heinze llegará rodeada de la "patota" de la Hemeroteca. "Este es un trabajo apasionante", afirma la bibliotecaria, que lleva 25 años en la institución y sólo dos como su directora. Para Heinze, lo que define su labor es una "mezcla de docencia y de servicio a la comunidad", que presta con celo. "Requiere una gran vocación de brindarse al usuario, tratar por todos los medios de que no se vaya sin la información, buscarla donde sea", explica. Una búsqueda que puede servir a la educación, a la investigación y hasta a la recuperación de la memoria, como en los casos de ex detenidos por razones políticas que van a la Hemeroteca rastreando datos sobre su propia detención.

Heinze cuenta que casi se desmaya al enterarse de que la Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina la había elegido entre candidatos de todo el país para nombrarla la Bibliotecaria del Año. Sobre todo, porque ni siquiera sabía que alguien la hubiera nominado.

Al enterarse, dice, sintió "una gran vergüenza" y "por supuesto también un gran orgullo". Un orgullo que no se cansa de extender a sus compañeros de la Hemeroteca. "Esto es un logro del trabajo de equipo de la Hemeroteca, un equipo buenísimo que me apoya, me impulsa, me tira ideas", sostiene. Por eso, los doce empleados municipales que lo componen estarán firmes mañana en el Senado de la Nación para compartir con Heinze la alegría y emoción del premio.


Casi 200 personas por día
A la Hemeroteca concurre un promedio de 150 personas diarias, entre quienes van simplemente a leer los diarios del día y quienes necesitan buscar alguna información específica. Por ejemplo, alumnos del polimodal, estudiantes universitarios, investigadores y gente que rastrea algún dato histórico. En estos últimos tiempos, con la reapertura de las causas por la represión ilegal del Proceso, a la Hemeroteca llegaron incluso ex detenidos en busca de datos sobre sus propios cautiverios.

Y también aparecen otras rarezas, cuenta Heinze. Por ejemplo, la aparición de un investigador privado que el año pasado fue en busca de alguna pista sobre una "reina del trabajo" coronada durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, a la que como premio el gobierno le había entregado un anillo, hoy de mucho valor. "Ahora un descendiente quiere vender esa joya, que tiene un valor histórico incalculable, y para certificarlo le piden una imagen gráfica de la época", cuenta la directora de la Hemeroteca municipal.

Por supuesto que también se viven garrones. Uno, quizá el más habitual, es descubrir que alguien recortó una foto o una noticia de los diarios o revistas de colección. "Esa es la peor experiencia, es un dolor, porque quita la posibilidad de acceder a esa información a todos los otros lectores", dice.

De todos modos, basta poner un pie en la Hemeroteca para notar que allí se respira un clima de trabajo y camaradería, de buena onda. Y aunque la propia Heinze admite entre risas que recién hoy se enterará de las razones concretas por las que decidieron otorgarle el premio, está claro que entre ellas, seguramente, figurará la pasión.

Griselda hace 25 años que está en la Hemeroteca.