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domingo,
27 de
agosto de
2006 |
Tiro Federal empató en Tres Arroyos
Elbio Evangeliste / La Capital
Las dos derrotas de Tiro Federal en igual cantidad de presentaciones en Ludueña obligan al equipo a fortalecerse en tierras ajenas. Pese a ello, en una categoría tan dura y apasionante como lo es la B Nacional, lograr un empate de visitante no siempre resulta poca cosa. De allí la ambivalencia del 1 a 1 logrado ayer en Tres Arroyos ante Huracán. El punto sirve, pero decir que los Tigres merecieron llevarse los tres es una verdad irrefutable.
El mayor déficit de Tiro fue no haberle encontrado la vuelta al partido en el primer tiempo como sí lo hizo en el segundo. Claro que la fricción en la mitad de cancha y el fuerte viento ayudaron para afear un encuentro parejo y bastante mal jugado. Apenas un revolcón de Silvonei y algún que otro intento liviano de parte de Tiro sirvieron para sacudir la modorra. Nada más que eso.
Ahora, cuando los dos apostaron más fuerte, todo cambió. Fue allí cuando Tiro comenzó a sentirse el verdadero protagonista de la historia. Ya Garnier avisó en el primer minuto del complemento, pero su remate fue presa fácil para el arquero Islas. Con un Barrionuevo que aparecía en cuentagotas, a Tiro le alcanzaba para marcar la diferencia.
Nunca existieron motivos para sentir un mínimo de alarma, no así después de la falta tonta que Escudero le cometió a Vannieuwenhoven cuando el holandés salía del área. De allí vino, a los 22', el tiro libre con rosca de García que Natalicchio mandó a la red.
Fue un golpe importante desde lo anímico, pero no sirvió para amedrentar el espíritu de superación de un Tiro que, bien vale aclararlo, encontró algo de oxígeno tras la expulsión del propio Natalicchio diez minutos más tarde.
Era a matar o morir. Así lo entendió el equipo de Ludueña y así lo plasmó en el juego, pese a que la mira seguía torcida. La justicia llegó a los 37': Maccarone marcó el claro penal de Blanco (la tocó con la mano) y Perezlindo cumplió con su parte.
Antes y después del grosero error de Bressán que Elizondo desaprovechó (43') todo fue de Tiro. Porque Garnier después de dejar a Islas en el camino la tiró afuera; porque otra vez Garnier, en lugar de darle al arco buscó habilitar a Perezlindo; porque el propio Garnier desaprovechó otra clara; pero sobre todo porque la mediavuelta de Paparatto cuando el partido se moría encontró la cabeza de Baigorria en la línea de sentencia.
Todas razones que se congeniaron para que el resultado fuera injusto y para que, con la contundencia de las pruebas como aliada, Tiro sumara el punto de la bronca.
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Fotos
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Perezlindo marcó el empate de penal.
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