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 lunes, 21 de agosto de 2006  
Tregua en Medio Oriente. El ministro de Defensa de Beirut dijo que no se deben dar "pretextos al enemigo" para bombardear
El gobierno libanés prometió mano dura con quienes ataquen a Israel
Los israelíes, por su parte, explicaron que continuarán destruyendo los envíos de armas a Hezbolá

Beirut/Jerusalén. - Líbano advirtió que actuará con firmeza ante "cualquier" grupo que viole el cese del fuego entre Israel y Hezbolá y lance cohetes contra el Estado hebreo, dándole un "pretexto" a Israel para reanudar sus bombardeos. La advertencia del gobierno libanés pareció dirigida a Hezbolá, aunque también podría tener como destinatarias a facciones palestinas armadas que tienen bases en suelo libanés. Mientras, Israel adelantó que no planea terminar con sus incursiones en el interior del Líbano, como la realizada el sábado, que buscan interrumpir el reaprovisionamiento de armas a Hezbolá desde Siria e Irán. Naciones Unidas consideró la operación comando del sábado como una clara violación del cese del fuego establecido por la resolución 1701 de su Consejo de Seguridad, que puso fin a 34 días de guerra en el sur del Líbano. Israel aduce que el contrabando de armas en favor de Hezbolá viola asimismo el cese del fuego, dado que la 1701 establece el embargo de armas sobre el grupo fundamentalista. Por todo esto la tregua, que comenzó a cumplirse hace apenas una semana, se mantiene, pero en permanente peligro.

El ministro de Defensa de Líbano, Elias Murr, advirtió que cualquier grupo que viole el cese del fuego entre Israel y Hezbolá será tratado con dureza, pues el gobierno de Jerusalén podría usar los ataques con cohetes como un "pretexto" para reanudar los bombardeos aéreos. "Cualquier violación, cualquier misil que pueda dar a Israel una justificación (para atacar Líbano) será tratado con severidad", dijo Murr, en unas declaraciones que se interpretaron como dirigidas a Hezbolá y, en segundo lugar, a los grupos palestinos radicales que tienen bases en el Líbano. "Se considerará una colaboración directa con el enemigo israelí", manifestó el ministro de Defensa en conferencia de prensa. Murr señaló que Hezbolá se ha comprometido a respetar la tregua impuesta por las Naciones Unidas. De todas formas no quedó claro si su advertencia fue dirigida contra el poderoso grupo shiíta libanés o a facciones palestinas refugiadas en el Líbano, que en el pasado lanzaron cohetes contra Israel.


Acusación del premier libanés
Entre tanto, el primer ministro Fuad Siniora recorrió el sur de Beirut, reducido a escombros, y calificó la campaña de bombardeos de Israel como "un crimen contra la humanidad", acusación que es enfáticamente rechazada por los israelíes. Siniora recorrió Beirut acompañado del presidente del Parlamento Nabih Berri, un shiíta simpatizante de Hezbolá. El sur de la capital es un bastión de la formación fundamentalista shiíta, y fue prácticamente demolido por la aviación israelí. "Lo que vemos es una imagen de los crímenes que ha cometido Israel", dijo Siniora. "No existe otra descripción: es un acto criminal que muestra el odio de Israel" enfatizó.

Israel rechaza enfáticamente estas acusaciones, y culpa a Hezbolá por provocar intencionalmente las bajas civiles al disparar cohetes desde zonas pobladas.


Advertencia israelí
Mientras tanto, el gabinete israelí aseguró en su reunión semanal de los domingos que se reserva el derecho de repetir operaciones como la del sábado, en la que unos 100 soldados de élite atacaron a combatientes de Hezbolá en la aldea libanesa de Bodai, a 25 km de la frontera con Siria, mientras no rija un embargo efectivo de armas contra la milicia shiíta. "Debemos frustrar todos los intentos para enviar armas desde Siria a Hezbolá", afirmó el ministro de Comercio, Eliahu Ishai. "Por cada una de estas acciones debe haber una represalia", dijo en referencia al reaprovisionamiento de armas a Hezbolá por sus principales socios extranjeros.

La resolución 1701 establece un embargo total de armas sobre el grupo islámico radical. Israel señala que esa norma ordenaba el desarme de Hezbolá por las autoridades libanesas, algo que estas se negaron a hacer explícitamente, violando así de hecho un punto clave de la 1701.

Según reportan especialistas israelíes, Irán y Siria se están apresurando a reponer las pérdidas de Hezbolá, especialmente en misiles antitanque y cohetes, antes de que se despliegue en el sur del Líbano la aún no creada fuerza de paz internacional de la ONU (ver aparte).

Asimismo, el primer ministro Ehud Olmert anunció la creación de un panel para investigar la conducta del gobierno y de las fuerzas armadas en el conflicto.

Ayer, un día después de la incursión israelí en el valle de Bekaa, en el este del Líbano, no hubo informes de nuevos incidentes y la tregua pareció mantenerse por séptimo día consecutivo. El operativo del sábado hizo que el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, acusara a Israel de violar la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad.
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Acompañado del presidente del Parlamento, el premier libanés recorrió Beirut.

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