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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
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Rápido y muy
bien dispuesto
Dicen que al hombre siempre le gustó la tarea de conducción, la misma que ahora desarrolla al frente del bloque de concejales del oficialismo. Y aquellos que lo conocen bien suelen agregar, con discreción, que para tan delicada tarea tiene una experiencia previa que lo favorece en grado sumo. Es que en su añejo pasado yace la pasión por el volante. Y guiado por su admiración hacia quien fue inspiración permanente de los socialistas, no tuvo empacho en llevarlo cuando fue necesario de aquí para allá y tampoco en bajarse para abrirle la tranquera. Ese fue uno de los tantos modos en que nuestro hombre se empapó del ideario que en la actualidad sostiene. Ya se sabe: en el amor, en la guerra y en la política todo vale. Y en este caso, al parecer, todo anduvo sobre ruedas.
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La otra ausencia
fue Piñón Fijo
Parece que los muchachos se anticiparon al Día del Niño. Es que gran parte de los integrantes de la concurrencia que acompañó anteayer la presentación de Agustín Rossi en Luz y Fuerza parecía más preparada para un show de Carlitos Balá que para escuchar los conceptos políticos vertidos por el jefe de la bancada de diputados nacionales del justicialismo. La cosa es que el Chivo, quien pelea con Rafael Bielsa para conseguir la candidatura a gobernador en las próximas elecciones santafesinas, tuvo enfrente a un auditorio que sin ninguna duda le garantiza el triunfo en comicios del futuro lejano. Algunos malévolos que nunca faltan no pudieron contener el chiste: "No sólo faltó María Eugenia, tampoco vino Piñón Fijo". Entre resignadas sonrisas, los estoicos periodistas apenas lograron escuchar las palabras del ex frepasista, que se perdían detrás de un batifondo de gritos, reclamos, llantos y otros ruidos menos agradables todavía. A ver si la próxima vez abren una guardería o, al menos, reparten caramelos.
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En Buenos Aires
no lo conocen tanto
A veces, las mejores credenciales no sirven. Y si no que lo diga el inefable AJ, quien jura y perjura ante quien esté dispuesto a escucharlo que su amistad con Sandro es histórica y carece de fisuras. Pero al parecer algo falló en la cadena de transmisión informativa porque en el reciente homenaje que le hicieron al ídolo de la canción popular en el Senado de la Nación simplemente no lo dejaron entrar. Furioso con semejante desaire, el gran conductor ha mostrado en público todo su despecho. Qué se le va a hacer. Son las desventajas de jugar como visitante. |
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