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| jueves,
27 de
julio de
2006 |
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Charlas en el
Café
del Bajo
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-Mientras escuchaba anteanoche las declaraciones de la mamá de Axel Blumberg reflexionaba sobre como algunas personas, funcionarios o incluso filósofos del derecho, son raudos para juzgar a su esposo, quien desde hace tiempo viene reclamando una justicia más eficaz y eficiente.
-También algunos intelectuales y profesionales lo han cuestionado.
-Sí, pero a mí me preocupa más la ligereza de quienes tienen la responsabilidad de conducir o de formar instituciones que sirvan al orden. Y mientras escuchaba los relatos de esta mujer con relación a su vida, que ha cambiado de modo trágico, me acordaba de las palabras de una jueza de la ciudad de Rosario, una camarista, la señora María del Carmen Alvarez, quien solía decirme -al hablar del requisito esencial que debe tener un juez- que se puede tener todo el conocimiento del mundo, pero si se carece de sentido común la magistratura nunca logrará su propósito. ¡Qué verdad!
-La falta de sentido común, notorio en muchos ámbitos, es la causa de muchos males.
-Sí, así es. Claro que yo no cometo el error de reflexionar sobre el tema de la inseguridad a partir del dolor de esta mamá, nada de eso. Lo reflexiono a partir del sentido común. La realidad dice (pese a los operativos de prensa pésimamente realizados, además, lo que se advierte en las contradicciones) que el delito no sólo que aumentó, sino que incrementó su ferocidad.
-Pero aquí no hay debate, en esta sociedad campea la imposición de ideas, Candi. Si usted no piensa como el otro, o disiente con la posición de determinada institución, entonces usted dejó de ser buena persona, de actuar de buena fe y se convierte en un verdadero demonio. Por ejemplo: si en política discrepa con el oficialismo, pues entonces usted es una persona que pretende obstaculizar el crecimiento del país. Si en religión usted no comparte el dogma infalible del gran magisterio, entonces usted es poco menos que un brujo, quien si aún existiera la "Santa" Inquisición sería conducido a la hoguera, quemado en la pira en el nombre de Dios. ¿No es una locura?
-Sí, supongo que sí. En realidad dudo sobre si los métodos inquisitivos han desaparecido o viven en el corazón (si es que puede llamarse corazón) de algunas personas. A propósito del dogma infalible de ciertos "sabios", que usted menciona, me pregunto si será el dogma que mandó decapitar a miles de niños y mujeres en la conocida "cruzada contra los albigenses", en el sur de Francia, o el dogma que mandó a perseguir a Galileo Galilei o el que quemó al monje Giordano Bruno por pensar distinto, o será el dogma que se espanta cuando algunas personas sostienen la máxima: "Cuando de teología se trata, se lee a los hombres, pero se aprende de Dios". ¡Vade retro satanás! ¡Gnóstico, arriano, maniqueo!
-Afortunadamente hubo y hay hombres como San Juan de la Cruz ("En la noche dichosa,/en secreto, que nadie me veía,/ni yo miraba cosa,/sin otra luz ni guía/ sino la que en el corazón ardía".) como Juan XXIII, Juan Pablo Segundo, y tantos, pero tantos otros.
-Sucede que nosotros los argentinos, además, vivimos en la contradicción.
-Claro, porque note usted que muchos de los compatriotas que levantan la bandera del garantismo, pero la levantan más alto de lo conveniente, o son acérrimos defensores de los derechos humanos, son también admiradores de Fidel. ¿Qué sucede con un ladrón en Cuba? ¿Qué pasa en Cuba con quien piensa distinto? ¿Qué le sucede a quien roba una barcaza para fugarse?
-Lo ejecutan luego de un juicio sumarísimo que dura horas.
-Entonces aquí hay gente que aplaude a Fidel, celebra su particular "democracia", pero si por ellos fuera dejarían libres a todos los delincuentes "porque la cárcel no es reformadora". Yo no estoy de acuerdo, y lo he dicho sostenidamente, con mayores penas, porque eso no soluciona el problema de la delincuencia, pero tampoco con menos, porque eso le envía un mensaje de impunidad a esa delincuencia. Todos los extremos son desfavorables para la armonía social. ¿Así que me llamó arriano? Entre sábado y domingo le voy a narrar una historia, así después me manda al último infierno, al lado de Judas.
Candi II |
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"Vamos a hacer política todos, vamos a colaborar para que el peronismo retenga la gobernación de Santa Fe y Rosario recupera la Intendencia, ya que se llamó durante muchos años la capital del peronismo"
Luis Barrionuevo
Dirigente del gremio Gastronómico
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Gritos argentinos en el Mundial
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La Ciudad
