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sábado,
22 de
julio de
2006 |
Un avance esperanzador para la esclerosis múltiple
Anuncian resultados positivos en pacientes tratados con drogas experimentales en Inglaterra
Cuatro años atrás, Karen Ayres, de 28 años, sufría de parálisis y se preparaba para quedar confinada a una silla de ruedas debido a una esclerosis múltiple. "Estaba atrapada en mi cuerpo y no podía hacer nada", relató. Ahora, luego de someterse a un tratamiento con drogas experimentales en Inglaterra, ha recuperado la movilidad y está estudiando para obtener un doctorado.
Ayres es una de las 27 pacientes con esclerosis múltiple avanzada que accedieron a ensayar un tratamiento con dos drogas para el cáncer, mitoxantrone y copaxone, usadas en pacientes que sufren recaídas.
Karen y otros pacientes registraron resultados tan positivos que algunos expertos en la enfermedad están observando con mucho interés el tratamiento experimental, tanto que diez instituciones británicas se aprestan a iniciar un estudio de tres años más profundo para ver las posibilidades de esta combinación de fármacos.
Los resultados del estudio inicial, dirigido por el doctor Mike Boggild en el Centro Walton de Liverpool, serán publicados el mes que viene por el Journal of Neurology.
La mitoxantrone es una droga para combatir el cáncer tan potente que puede resultar tóxica. Se usa sólo por períodos cortos. Por ello, Boggild y sus colegas la combinaron con copaxone, que no es tan fuerte y requiere más tiempo para surtir efecto.
"Decidimos combinarlas para darle tiempo a copaxone para que surta efecto", expresó el médico. Las conclusiones fueron espectaculares. "Los pacientes que estaban en el peor de los estados reaccionaron muy bien", señaló Boggild y agregó: "Creo que dimos con una sinergía inesperada entre dos sustancias que arrojan mejores resultados de lo que se puede esperar".
También indicó que, con pocas excepciones, la mayoría de los pacientes tratados con esta combinación de drogas casi "no tienen síntomas" en estos momentos. Si bien un paciente sufrió de una leucemia aguda -una reacción conocida al tratamiento con mitoxantrone- Boggild afirmó que la mayoría no han sufrido recaídas.
A los pacientes se les suministró primero una dosis limitada de mitoxantrone y luego copaxone. En el caso de Ayres, la recuperación fue rápida. "Casi no podía mover las manos y en pocas semanas salía caminando del centro de rehabilitación", comentó la paciente.
Si bien los resultados son alentadores, varios expertos hacen notar que es muy pronto para sacar conclusiones. "Es un estudio pequeño, sin un grupo bajo control", comentó Robyn Wolintz, codirectora del Centro de Esclerosis Múltiple del Centro México Maimónedes de Nueva York.
"Además, le dieron diferentes dosis de mitoxantrone a la gente, lo que va contra los parámetros" para estos estudios. Wolintz explicó que el cambio en las dosis y en la frecuencia de los tratamientos hace que resulte difícil reproducir los resultados para corroborar la eficacia de la droga.
John Richert, vicepresidente del departamento de investigaciones de la Sociedad Nacional para la Esclerosis Múltiple de los Estados Unidos, dijo que "una sola droga no da resultado" y dio por descontado que lo que puede funcionar es "las combinaciones de drogas". (AP)
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