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sábado,
22 de
julio de
2006 |
La lectura y escritura en la red
Internet en las tareas escolares
Buscar y clasificar información, un trabajo para el que la escuela no siempre prepara a sus alumnos
Francisco tiene 11 años, está en 6º de la EGB y su maestra de ciencias le dio como tarea buscar información para compartir en el aula sobre los ecosistemas. Sin pensarlo dos veces, Francisco pone la palabra clave ("ecosistesmas") en uno de los buscadores de internet más conocidos. La respuesta tarda apenas 0,19 segundos en aparecer con 82.300 resultados sobre el tema. Luego, no todo será tan sencillo para el nene: deberá seleccionar la información requerida, ajustarla al área y al pedido estipulado en la tarea. Un trabajo de lectura y escritura para el que la escuela no siempre prepara a sus alumnos.
El miedo y temor de que los alumnos se limiten a bajar y pegar información de la red sin leer ni siquiera lo que copian está más que justificado por los docentes. Es que internet facilita la búsqueda de información, pero no garantiza aprendizajes y mucho menos que lo leído sea comprendido por los propios usuarios.
Así, buscar, seleccionar y recortar desde internet lo que se quiere estudiar es todo un aprendizaje, que pone en debate la formación de los docentes para acompañar tal tarea, el trato que los alumnos hacen de lo que "bajan" de internet y las habilidades de lectura y escritura que hay que demostrar para hacer un uso efectivo del medio.
Un estudio realizado por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (Iipe) de la Unesco, titulado "Internet en la escuela", recuerda que la red brinda una enorme cantidad de información de textos, imágenes, sonidos, gráficos, etcétera, sin embargo tal información es la misma que muchas veces se puede encontrar en una biblioteca o en otros medios. Juan Carlos Asinsten, autor de diversos libros sobre informática educativa, docente en la Universidad de Buenos Aires y consultado por el informe del Iipe, sostiene que "si el problema de la escuela es la falta de información, internet es una herramienta espectacular para solucionarlo".
Pero, enseguida advierte que "este no es un problema, pues el tipo de información que muchas veces la escuela encuentra en internet se puede hallar en una biblioteca más o menos provista. En internet no hay respuestas, hay sólo datos con los que luego hay que trabajar". Y en consecuencia, el autor recuerda que esto "saca a la luz una deuda de la formación docente pues en ella no hay ninguna etapa donde se enseñe a manipular información. Y esto requiere muchas habilidades pues la información debe ser clasificada, jerarquizada, sistematizada y luego elaborada. Salvo los bibliotecarios que tienen una formación básica para manejar distinto tipo de datos e información, hay un gran déficit en este sentido".
Al déficit de formación docente, se suma el uso que los alumnos hacen de la información para sus tareas escolares. Es así que el estudio señala que "la facilidad para bajar textos de internet y pasarlos a los procesadores de textos ha provocado que muchas investigaciones escolares terminen siendo plagios de información que los alumnos obtienen navegando".
Asinsten indica entonces que "la información que se obtiene en internet permite una fácil impresión y hacer presentaciones prolijas para los parámetros escolares. Si el docente no percibe la copia, el proceso pedagógico finaliza con una buena nota sobre el producto final pero sin ningún tratamiento de la información obtenida durante el proceso de búsqueda".
Acerca de las fuentes de consulta
De todos modos, el estudio del Iipe prefiere no quedarse con los aspectos negativos que derivan del mal uso del recurso, sino de lo que significa abrir el aula a la enorme diversidad de información que circula en internet y que "rompe con cierto control histórico que ejercieron los docentes sobre los textos que circulan en el aula". Porque, se indica, "esto a veces incomoda a los maestros y profesores: a mayor información, disminuyen las posibilidades que tienen de tomar contacto con tanta diversidad de fuentes y autores. Esta situación los coloca a veces en un lugar de impotencia".
Otro de los inconvenientes, a la hora de usar internet en el aula, es la validación de las fuentes consultadas. El informe del Iipe recuerda un estudio realizado en la Universidad canadiense de Sherbrooke sobre alumnos de escuelas medias de Ontario, donde se constató que para los jóvenes todas las informaciones que circulan en internet tienen "el mismo valor", ya sean que provengan de fuentes gubernamentales, empresariales, de agrupaciones ciudadanas, de universidades o de simples individuos.
Como este fenómeno no ocurre sólo en Canadá, para revertirlo, Alejandro Spiegel, un especialista en el uso de las tecnologías en el campo educativo, recomienda "habilitar espacios en el aula para que los materiales que los alumnos consiguen en internet sean trabajados".
Y lo que indica Spiegel es clave, porque permite justamente al docente "aportar su competencia indicándole su pertinencia, los aportes que puede brindar al trabajo que se está realizando o las inexactitudes del mismo". Algo que no requiere de los educadores ser especialistas en nuevas tecnologías, ni mucho menos técnicos de internet, sino buenos maestros de herramientas básicas como son la lectura y la escritura.
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La validación de las fuentes es uno de los inconvenientes a la hora de unir red y escuela.
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