Con Israel, por la paz

Creemos que la violencia no conduce a ninguna parte, pero la obligación de todo Estado es garantizar la seguridad de sus habitantes, más aún cuando está amenazada por grupos que siembran terror, odio y muerte. Este es el desafío al que hoy se enfrenta Israel y el mundo entero, el de tener que combatir a organizaciones terroristas, que escudadas detrás de la población civil, actúan deliberadamente poniendo en riesgo y destruyendo no sólo a los "enemigos", sino también a sus propios hermanos. La contratara de este escenario, la que no es noticia, lo que no trasciende en los medios, es aquello que Israel hace día a día por la convivencia. A pesar de las hostilidades y la falta de compromiso en el camino de la paz del lado palestino, el Estado judío ha brindado a poblaciones árabes y sigue haciéndolo de manera constante, agua, electricidad, educación, trabajo, asegurando así condiciones de vida que sus propios gobiernos no garantizan. Israel, más allá de las falencias o errores que podamos señalarle, es la única democracia de la región y ha llevado adelante en el último tiempo un proceso unilateral de desconexión de la Franja de Gaza, con el fin de avanzar hacia un acuerdo de paz. Sin embargo la respuesta a estos gestos fue una lluvia de misiles, el secuestro de soldados y la reciente incursión de Hezbolá en el norte de Israel. Como jóvenes, hoy más que nunca reafirmamos el derecho del Estado de Israel a vivir en paz y valoramos sus esfuerzos concretos para que la convivencia sea una realidad.

Alejandro Drzazga, Maximiliano Drzazga, Yoel Pruss, Manuel Pruss y Hagar Blau