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| miércoles,
19 de
julio de
2006 |
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Un encuentro que abre expectativas
Estaban escondidos en una mesa del fondo. En el coqueto bar del hotel Presidente, cuchicheaban, tomaban café, intercambiaban guiños, sonreían. La cordialidad que parecía destilar el encuentro entre dos representantes de generaciones políticas (y cronológicas) muy distintas es signo, de acuerdo con una elemental lectura, de que algo se traen entre manos en este período preelectoral que ya empieza a sacudir a la provincia de Santa Fe. Quién sabe... ¿Candidaturas, apoyos, proyectos? Por ahora todo es una gran incógnita, aunque el gran entendimiento mutuo que dejaba traslucir a los observadores casuales el diálogo entre Marcelo Gastaldi y don Elías Soso permite suponer demasiadas cosas. Por más que se oculten en el rincón más disimulado del café más discreto de Rosario.
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Después de Robbie, las plumas
La rosarina Amalia Granata no detiene su osada marcha. Después de que su noche de amor con el astro pop británico Robbie Williams la transportara sin escalas a la fama masiva, la rubia y curvilínea modelo local -quien nunca se destacó por su timidez- se mudó a Santiago de Chile, donde noches atrás fue la protagonista principal de un show caracterizado por la desinhibición más absoluta. Tras ser la estrella del espectáculo bailable en Passodoga, disco santiaguina muy "cool", la bella nativa de la ciudad del Che Guevara ha probado que sólo falta que alguien se anime a convocarla para que se transforme oficialmente en vedette. "Tuve nervios porque me daba miedo equivocarme durante la coreografía", dijo ruborizándose la blonda antes de contar que el coreógrafo siempre le decía "que no me preocupara y siguiera bailando, que todo se disimula". Audaz como siempre, más allá de lo que tenga que disimular, Amalita comentó que a pesar de ser la primera vez que danzaba ante el público como una "vedette" sólo practicó el número una hora antes de salir al escenario. "Me sentí supersexy bailando", contó Amalita, ya sin rubor. ¿Para cuándo las plumas?
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Cambia, todo cambia con la reactivación
El tradicional restaurante rosarino tuvo que hacer las valijas y buscar mejores rumbos. Su clientela, dicen, le seguirá siendo fiel. Mientras tanto, el lugar donde estaba instalado pasará muy pronto a ser otro más de los múltiples edificios en construcción que caracterizan al paisaje de la ciudad, marcado a fuego por el crecimiento económico en auge. Frente a la Aduana, en un sitio sin dudas privilegiado de la urbe, pronto se dará el disparo de largada para otro proyecto inmobiliario destinado al sector "top premium". Para envidiar a sus futuros ocupantes. |
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"Los atentados a la embajada de Israel y la Amia fueron acciones de guerra".
José Pepe Eliaschev
En el acto con el que la Daia Rosario recordó el
12º aniversario de la voladura de la mutual judía.
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Gritos argentinos en el Mundial
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La Ciudad
