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sábado,
01 de
julio de
2006 |
Las tribunas fueron
una verdadera fiesta
Más de mil personas se acercaron anoche hasta el gimnasio Alberto Ornati para presenciar uno de los clásicos más importantes del básquetbol. Los hinchas de Atalaya le dieron un colorido especial a la noche porque la vistieron de azul y blanco y no pararon de alentar a los suyos, aún cuando la historia nunca fue sencilla y además terminó de la manera que ninguno de ellos había imaginado, pero el básquet tiene estas cosas y por eso la mayoría ya debe estar pensando en el viaje a Santa Fe para darle ánimo a su equipo porque lo va a necesitar más que nunca si es que pretende devolverle a Rosario un lugar en la Liga, después de cinco años.
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