|
sábado,
01 de
julio de
2006 |
Viajeros del tiempo
Rosario 1900-1905
Experimento espiritista. Manuel Blanco está dotado de un afán investigador que hace de él uno de los tipos más curiosos del Rosario. Después de haberse interiorizado de la organización de varias sociedades algo cerradas a los profanos y hasta de las pequeñeces domésticas de preclaros ciudadanos, ha empezado a realizar experimentos analíticos sutilísimos acerca del espiritismo. Al efecto, asistió días pasados a una conferencia dada por un discípulo de Allan Kardec y tuvo ocasión de presenciar los experimentos que un reputado medium realizó poniendo en comunicación a los vivos con los que lo fueron por medio de una mesa. Blasco no pudo negar la evidencia: la mesa se movía. Pero como no es hombre que así no más admita los hechos sin una observación rigurosamente científica, decidió trasladar la mesa en cuestión a su domicilio para sujetarla a un análisis experimental concienzudo. Iba, pues, por la calle Corrientes cargado con la mesa, cuando al llegar a la intersección con Montevideo se vio detenido por un agente de la comisaría 3a, quien considerando algo insólitas las explicaciones que de la mesa de cedro, los espíritus y el traslado del mueble daba Blasco, decidió llevarlo a la comisaría en donde podía igualmente, y con más garantías aún -pues la policía evitaría los subterfugios- dedicarse al estudio que, según decía, se había propuesto. El citado parece que tiene también algunas iniciaciones en la secta de los salvacionistas y procuró ponerse a salvo. Pero todo fue en vano y a estas horas está ya alojado en el departamento de policía intentado descifrar cómo una mesa puede servir para estar en comunicación con los espíritus y a la vez trasladarlo a él desde la vía pública hasta la cárcel.
Nota: Hyppolyte Leon Denizard Rivail (1804-1869 ), luego conocido como Allan Kardec, fue discípulo del educador Pestalozzi. Era políglota y fue docente de matemáticas, física, química, fisiología, etcétera. Escribió varias obras pedagógicas que fueron adoptadas por la Universidad de Francia y fue profesor del Liceo Polimático. A partir de 1848 hubo una explosión por toda Europa de una serie de fenómenos que eran conocidos como "mesas girantes". Fue uno de los entretenimientos en las fiestas, en medio de bebidas y bromas, y consistía en que algunas personas se sentaban en torno de una mesa y con las manos puestas sobre ella la hacían girar, agitar y levitar. También respondía preguntas ("mesa parlante") con golpes en el suelo o haciendo un ruido que parecía venir de dentro de ella, lo que aumentó todavía más la diversión. Rivail tuvo una actitud escéptica: "Yo creeré cuando vea y cuando consiga probar que una mesa dispone de cerebro y nervios, y que puede tornarse sonámbula", decía, y comenzó a investigar la acción del pensamiento sobre los objetos. El resultado de sus experimentos los volcó en varios libros que publicó bajo el seudónimo de Allan Kardec. En su tumba está escrito: "Nacer, morir, renacer y progresar sin cesar, tal es la Ley". Con el pasar del tiempo las mesas girantes cayeron en desinterés, como sucedió con casi todos los juegos de salón que no consiguieron mantener la atención de los espectadores ávidos de novedades. Sin embargo, el irónico texto que antecede a esta nota demuestra que en Rosario a principios del 1900 el fenómeno de las mesas girantes no era desconocido.
Investigación y realización Guillermo Zinni © Ver La Capital de 1902
enviar nota por e-mail
|
|
|