Las autonomías regionales y Chávez polarizan las elecciones en Bolivia

Mientras Evo Morales llamó a votar contra la descentralización, la oposición denuncia la injerencia venezolana

Santa Cruz, Bolivia. - El tenso debate sobre la posibilidad de dar gobiernos autónomos a los nueve departamentos (provincias) bolivianos y denuncias sobre la injerencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, en la política nacional acaparan la preocupación de los votantes con vistas al "referéndum autonómico" y la elección de la asamblea constituyente que deben realizarse mañana en Bolivia.

El viernes concluyeron las campañas electorales con llamados del presidente Evo Morales a votar por el "no" a las autonomías al insistir en que ellas son promovidas por las "oligarquías" de esta ciudad oriental y el de la principal fuerza opositora Poder Democrático y Social (Podemos), con denuncias sobre la supuesta injerencia del mandatario venezolano y el reclamo del "sí" a las autonomías.

En esa dinámica de confrontación, la elección de los 255 representantes para la asamblea constituyente, que debe empezar a operar el 6 de agosto parece haber sido relegada a un segundo plano, aunque ese órgano estará obligado a discutir el alcance de las autonomías en caso de que el "sí" prevalezca.

Desde la central ciudad de Cochabamba, Morales embistió contra las autonomías en el cierre de campaña del oficialista Movimiento al Socialismo (Mas), al señalar que son promovidas por grupos sectarios cruceños que buscan apoderarse de la riqueza de esta región, la más pujante y extensa de Bolivia, y separarla del resto del país.

El mandatario, sin embargo, señaló que respetará la decisión de la población de manera que en caso de ganar el "sí", el Mas aceptará el debate sobre el modelo autonómico que deberá instalarse en el país, y que dirigentes cruceños quieren que se haga bajo el sistema español.

En tanto, en Santa Cruz, el líder de la oposición y de Podemos, el ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002) acusó a Morales de permitir el "sometimiento" de Bolivia a los designios de Chávez y en segunda instancia del mandatario cubano, Fidel Castro, y llamó a los votantes cruceños a defender su religión, mayoritariamente católica, la propiedad privada y el "sí" a las autonomías ante supuestos embates del gobierno contra esas instituciones. "Chávez puede comprar al Mas, pero a Bolivia, jamás", dijo Quiroga, quien pidió a los miles de seguidores que asistieron al cierre de Podemos que hagan la señal de la cruz para jurar que defenderán la religión -se declaró católico convencido- ante propuestas del partido gobernante de que de la Constituyente debe surgir una nueva Carta Magna que declare a Bolivia Estado laico.

"No permitamos que nos sometan con la chequera venezolana", dijo Quiroga, que centra su discurso en defender la soberanía. "Sigan volando en helicópteros venezolanos (en referencia a Evo), arrodillándose ante Chávez, pero nosotros estaremos aquí para defender nuestra soberanía", señaló el jefe opositor al aludir los Súper Pumas que envió Caracas en calidad de préstamo.

También el partido Unidad Nacional (UN) -que se ha mantenido al margen del choque entre el Mas y Podemos- denunció hace poco que PDVSA (Petróleos de Venezuela) financia la propaganda oficialista, en un hecho que el gobierno descartó, al señalar que los recursos de su campaña proceden "íntegramente" del organismo electoral.

Los cuestionamientos obligaron al Mas a retirar de las calles de La Paz y de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra una valla en la que aparecían Morales y Chávez junto al líder cubano Fidel Castro y en la cual decía que "Bolivia ahora es la patria grande".

Santa Cruz es la ciudad más poblada de Bolivia, con cerca de 1,3 millón de habitantes y el departamento homónimo del que es capital genera un tercio del Producto Interno de Bolivia, el mayor aporte a la economía nacional.

El miércoles, en una de las mayores concentraciones populares de la historia boliviana, cientos de miles de personas -los organizadores hablan de 400.000, pero el gobierno de no más de 200.000- exigieron la autonomía para Santa Cruz y rechazaron las críticas de Morales de que quienes la reclaman son grupos de poder oligárquicos, a los que en Bolivia se identifica con "logias" -no masónicas- que se habrían beneficiado en el pasado con prebendas del Estado.

Morales dijo que esos sectores "no quieren soltar la mamadera" y que pretenden apropiarse de Santa Cruz para disponer de sus riquezas a su antojo e incluso promover su separación del resto del país. Ahora, crece la discusión sobre si el referéndum es vinculante nacional o por departamentos.

Mientras el gobierno sostiene que sólo si el "si" vence en el conteo nacional el tema debe ser mandatario para la Constituyente, los propugnadores de las autonomías, principalmente dirigentes políticos y cívicos de Santa Cruz, sostienen que, si en ese departamento gana el "sí", la asamblea constituyente debe reconocer en la Constitución su autonomía, sin importar lo que pase en otros.

Estos comicios podrían resultar clave para consolidar reformas iniciadas por el líder cocalero que, tras un quinquenio de caos, asumió la presidencia de Bolivia en enero con la promesa de incorporar en la Constitución del país más pobre e inestable de Sudamérica sus principales medidas, como la nacionalización de los recursos naturales y la reforma agraria.

Asimismo, la asamblea constituyente, reclamada por casi dos décadas por movimientos indígenas y sindicales liderados en parte por el mismo Morales, pondría fin a 500 años de dominación de una élite blanca en un país en el que, según el censo de 2002, el 62% de la gente se declaró miembro de pueblos originarios.

La rica región de Santa Cruz lideró la campaña por el sí de las autonomías.