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 sábado, 01 de julio de 2006  
Protestas en Francia contra la expulsión de inmigrantes ilegales
Hay más de 30 mil afectados. Llaman a movilizarse contra la ley y a esconder a los niños de la policía

La prórroga fijada por el ministro de Interior de Francia, Nicolas Sarkozy, que puso en suspenso la expulsión de niños escolarizados y sus familias inmigrantes que no poseen permiso de residencia, concluyó ayer, por lo que para hoy están previstas protestas en las principales ciudades del país.

La presión de la sociedad francesa sobre el gobierno se acentúa frente a la situación de miles de familias indocumentadas y pese a la designación del abogado Arno Klasrfeld como mediador, quien se comprometió a analizar caso por caso.

La Red Educación Sin Fronteras (Resf), que nuclea a más de un centenar de organizaciones no gubernamentales, centrales sindicales y partidos políticos, llamó a desobedecer la ley inmigratoria por considerarla "injusta e inhumana".

Más de 70 mil personas ya firmaron su petitorio comprometiéndose a, "si es necesario", esconder a los niños de la policía.

"No hay que tener miedo de transgredir una mala ley. Nuestro compromiso va muy lejos porque estamos dispuestos a esconder a los chicos de la policía si es necesario y por eso llamamos a todos los franceses a desobedecer civilmente a nuestro Estado", dijo Richard Moyon, portavoz de Resf.

La moratoria fijada por Sarkozy para reanudar las expulsiones expiró ayer, en coincidencia con la finalización del ciclo lectivo en toda Francia. El gobierno se niega a realizar una naturalización masiva de inmigrantes como sucedió en España aduciendo que, de esa forma, sentará un mal precedente.

"Si naturalizamos masivamente a todas las personas que tienen niños escolarizados, sentaremos un precedente peligroso porque de esa forma cualquier persona que ingrese ilegalmente al país y anote a sus hijos en una escuela tendrá derecho a la nacionalidad francesa. Y eso no será posible nunca", afirmó Sarkozy.

"Por la necedad e intransigencia del gobierno, el 1º de julio quedará marcado como la fecha en la que el Estado decretó la caza de los niños", enfatizó por su parte Moyon.

En la manifestación de hoy, que unirá la plaza de la Bastilla y Bercy (el centro económico de París), la Resf realizará una representación de la caza de niños que -a su entender- está llevando a cabo el Estado galo.

La manifestación también es convocada por Ucij (Unidos Contra una Inmigración Descartable, según sus siglas en francés), que reúne a 800 asociaciones y que en los últimos meses realizó decenas de actos y conciertos en todo el país.

También se plegó a esta iniciativa la prestigiosa Liga de los Derechos Humanos, que le reclamó al gobierno que cese con su política, al sostener que "si la ley no se cambia nos opondremos a las medidas de expulsión ofreciendo nuestra ayuda y protección a esas familias".

En la nueva ley migratoria se fijó como objetivo duplicar el número de deportaciones para pasar de 25 mil cada 12 meses a 50 mil.

El anuncio a inicios de junio de la naturalización de dos mil alumnos y padres no logró calmar los ánimos porque la medida toca solamente a una pequeña parte de los involucrados.En muchos de los casos de quienes serán expulsados, son familias que se encuentran en Francia desde hace varios años, inclusive muchos de los niños que el Estado pretende deportar a los países de origen de sus padres son nacidos en Francia.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de niños que ingresaron junto a sus padres clandestinamente y que marcan una población numerosa y perfectamente integrada, pero ignorada y casi invisible para el Estado francés. (Télam)
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Ante la presión sobre familias sin permiso de residencia se llamó a la desobediencia.

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