En función social. Investigación en la UTN Regional Rosario

Proyectan llevar energía solar a una escuela de la isla

De la propuesta participan alumnos y docentes de la Universidad Tecnológica Nacional

Matías Loja / La Capital

Suele decirse que uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de discutir la investigación que se desarrolla en las universidades, es la pertinencia social de las mismas. Así, antes que hablar de la faz presupuestaria, no son pocos los que sostienen que habría que centrar el debate sobre qué proyectos o iniciativas se investiga, y la función social de la mismas.

En este sentido, un grupo de alumnos y docentes de la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) ha decidido dar un paso adelante en esta disyuntiva, y desde la cátedra de fuentes no convencionales de energía y del Observatorio de Energías Sustentables del departamento de ingeniería eléctrica, trabajan en un proyecto de generación de energía mediante la utilización de paneles solares.

El proyecto tuvo su "bautismo" práctico en diciembre del año pasado, cuando mediante la instalación de cinco paneles solares en el techo de la facultad lograron generar la energía suficiente para dar luz al laboratorio de informática de la institución.

Pero ahora, tanto los docentes como los alumnos que participaron del proyecto se encuentran en una etapa de evaluación para ver la factibilidad de llevar la experiencia a una escuela de una de las islas frente a Rosario.

La Invernada, el Espinillo y el Charigüé son las tres islas ubicadas frente a la ciudad que cuentan con escuelas para atender la demanda de los hijos de los habitantes del lugar. Las dos primeras, con establecimientos educativos dependientes de la provincia de Santa Fe, mientras que en la tercera, la Escuela Nº 26 Leandro N. Alem, es jurisdicción de la ciudad de Victoria (Entre Ríos).

Y es precisamente en esta última donde los docentes y alumnos de la UTN local proyectan trasladar la experiencia de los paneles solares, a fin de brindar la energía suficiente para proveer de luz y agua caliente a la comunidad educativa de la escuela entrerriana.

Pablo Bertinat y Juan Salerno, encargados del proyecto, explican que el origen de esta nueva iniciativa surge de los miembros de la Fundación Leonardo Da Vinci, una institución que asiste a la escuela en distintas cuestiones solidarias. "Desde esa fundación se acercaron a la facultad y nos trasladaron la inquietud de ver si nosotros podíamos brindar algún tipo de ayuda a esa escuela", explican los investigadores sobre las problemáticas del establecimiento educativo, entre las que se cuentan dificultades de luz y agua.

A la Alem asisten 18 alumnos que habitan en la Isla Charigüé, divididos en dos grupos: uno con los que cursan de 1º a 6º de la EGB, y el otro que nuclea a los del tercer ciclo de la EGB. Allí, los chicos desayunan y almuerzan todos los días, aunque luego del horario escolar, Norma y Blanca, las dos docentes que dan clases en la institución, se quedan en el establecimiento, ya que viajan a su lugar de residencia en Victoria recién los fines de semana.

"Lo que propusimos nosotros es que, desde la fundación de la facultad, nos podíamos hacer cargo del análisis de la situación, del diseño y la instalación de energías alternativas para la escuela", comenta Bertinat del proyecto de llevar paneles solares a la isla, iniciativa de la que también participan un grupo de alumnos de los últimos años de la carrera de ingeniería eléctrica en calidad de becarios.

"La idea fue partir de la experiencia desarrollada en la UTN y tratar de replicarla en otros lugares, para que la facultad pueda hacer trabajos de extensión sobre este tipo de iniciativas en la comunidad", señala Pablo Bertinat.


Experiencia solidaria
La discusión sobre el uso de fuentes de energías renovables es materia de análisis de distintos ámbitos académicos. "Estimular la investigación de energías renovables es fundamental, porque desde hace tiempo se hablando que estamos al borde del colapso energético, y con este tipo de experiencias podemos solucionar rápidamente muchos problemas", asegura el secretario académico de la UTN de Rosario, Mateo Rodríguez Voltá, quien se encarga de destacar que este tipo de iniciativas, que apuestan al desarrollo a futuro de energías limpias, deberían realizarse con más frecuencia en las universidades.

"El otro día que se cortó la luz en la facultad, y los trabajadores de mantenimiento nos pidieron si no les podíamos realizar una extensión al pasillo, porque lo único que estaba prendido en ese momento era el aula que funciona con energía solar", cuenta a modo de anécdota Juan Salerno, uno de los encargados del proyecto.

En cuanto al proyecto de llevar este diseño experimental a la escuela de la isla, los docentes de la cátedra de fuentes no convencionales de energía explican que, por estos días, los alumnos que también participan del proyecto están trabajando en el diseño de la instalación de los paneles, y en la elaboración del listado de materiales necesarios para hacer efectivo el proyecto. Aunque para ello, también buscan conseguir los recursos financieros para comprar estos elementos.

Según el proyecto, en una primera etapa, y conforme a la disponibilidad de recursos, se prevé que mediante la instalación de paneles solares se provea de luz durante cuatro horas diarias en dormitorios, cocina, comedor y baños. Una segunda etapa ampliaría el sistema a tres horas de equipamiento como radio, televisión y videocasetera, para posteriormente incorporar, gracias a esta fuente de energía, un sistema de agua caliente y de bombeo de agua para la escuela entrerriana, en la funciona actualmente un grupo electrógeno.

"La idea es poder realizar esta instalación para, en definitiva, mejorarle la calidad de trabajo y de vida a los docentes y a los alumnos de la escuela de la Isla", dicen los docentes, quienes se encargan de enmarcar la propuesta en una forma de brindar un servicio a la comunidad.

"Creemos que ese es uno de los roles que debe cumplir la universidad, el de poder entrelazar proyectos y poder llegar con sus saberes y experiencias a la comunidad, para en definitiva mejorar la calidad de vida de la gente", argumenta Pablo Bertinat. En cuanto a la respuesta de la comunidad educativa de la escuela entrerriana, los investigadores detallan que la propuesta de la UTN fue bien recibida. "Así como a nosotros esto nos sirve como experiencia para seguir investigando, ellos realmente necesitan algún tipo de solución para mejorar sus condiciones de enseñanza, y esto creo que les puede servir", manifiesta Juan Salerno, y agrega que el proyecto también les sirve a los alumnos de la cátedra como una instancia integradora de la carrera, ya que mediante esta iniciativa aplican saberes que aprendieron en otras materias.

Pero la idea de llevar adelante este proyecto solidario motivó, según cuentan los docentes, a que distintas personas decidan acercarse a ellos para que los tengan en cuenta. "Lo interesante es que cuando comentamos esto en diferentes ámbitos de la facultad, e inclusive con los alumnos, hemos tenido una respuesta muy positiva y solidaria de todos para tratar de colaborar, y una disposición al trabajo de muchísimos profesionales y estudiantes que cuando toman conocimiento de este proyecto concreto nos piden alguna forma de participar del mismo", apunta Pablo Bertinat.

Los responsables destacan el proyecto como una experiecnia solidaria.