La restauración del palacio avanza y en un mes licitan la fachada de Moreno

A tres años del incendio en Derecho, todavía faltan 3,6 millones

Ya se invirtieron 7 millones. El resto es para obras interiores, el frente por Santa Fe, un sector por Córdoba y la torre

Silvina Dezorzi / La Capital

A tres años exactos del voraz incendio que destruyó el 40 por ciento de la Facultad de Derecho, las obras siguen a toda marcha y ya dejan ver resultados impecables. Sin embargo, no es poco lo que falta, ni poco el dinero necesario para completarlo. Concretamente, hasta ahora los trabajos -todos a cargo de profesionales y empresas locales- insumieron más de 7 millones de pesos y se requieren otros 3,6 millones para dejar listo el viejo Palacio de Tribunales, monumento histórico nacional y uno de los edificios más queridos y emblemáticos de Rosario. Una obra de restauración que el decano de la facultad, Ricardo Silberstein, definió sin dudar como "la más importante del interior del país".

El 1º de julio del 2003 fue un día desgraciado. Una marcha de gremios estatales recaló en la plaza San Martín y la protesta ganó fuerza lanzando bengalas y bombas de estruendo que por más de dos horas hicieron temblar toda la zona. Algunas de ellas impactaron en los techos de Derecho, en Moreno y Santa Fe, y desataron el fuego, que pese a los desesperados intentos de los bomberos consumió en pocas horas casi la mitad del edificio.

El Museo de Ciencias Naturales, instalado en la planta alta por Moreno, también quedó devastado. Lo mismo ocurrió con buena parte de esa ala y la que da por Santa Fe, ambas ocupadas por Derecho.

No habían transcurrido más de unos días cuando las autoridades de la facultad y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) comenzaron una desesperada búsqueda de fondos para iniciar las obras de recuperación del edificio, cuya construcción data de 1889 y fue declarado monumento histórico nacional en 1997.

El gobierno provincial fue uno de los primeros en responder y antes del mes aportó un millón y medio de pesos, con lo que se decidió poner en marcha las obras de apuntalamiento y un trabajo increíblemente artesanal para replicar las cubiertas centenarias de metal, una de las maravillas del viejo edificio que ya lucen totalmente a nuevo con sus características torretas, lucernarias y cresterías.

El proyecto global de restauración corrió a cargo de un equipo de especialistas en patrimonio edilicio de la Universidad Nacional de Mar del Plata, mientras que los arquitectos de la UNR elaboraron los planos de las obras y distintas empresas locales llevan adelante los trabajos.


Quién puso qué
Sector por sector, y a través de licitaciones, los trabajos fueron avanzando con aportes de la propia UNR, que lleva puestos más de 2,3 millones de pesos; una nueva donación de la provincia, esta vez por otro millón, más 70 mil pesos que destinó especialmente a los frescos del hall por Moreno; cerca de 2 millones a cargo del Plan de Infraestructura de la Nación (que prometió desembolsar al menos uno más); 150 mil pesos aportados por la Legislatura provincial, otros 70 mil que donó el Cantón de Valais (Suiza) y fondos dispuestos por la propia cooperadora de la facultad.

En total, esos más de 7 millones de pesos (que aún falta parcialmente ejecutar) sirvieron para avanzar a toda máquina en la reconstrucción de los bloques edilicios que dan a Moreno y Santa Fe, y de la fachada por Córdoba.

Además, aprovechando la situación de obra y con fondos tanto de la UNR como de la cooperadora de Derecho, se avanzó en importantes trabajos sobre áreas que el fuego no había afectado directamente, como algunas aulas y el patio sur de la facultad, donde se concentró toda la actividad posterior al incendio.

Sintéticamente: en lo que hace a las fachadas, ya está casi totalmente recuperada la que da a Córdoba (que no afectó el siniestro) y la de Moreno se licitará el próximo mes, pero aún no hay fondos para encarar la restauración de la que está sobre calle Santa Fe, que se prevé costará 1,2 millón de pesos.

También está prácticamente terminado el maravilloso hall de ingreso por Moreno, donde un equipo de especialistas locales dirigido por la restauradora Cristina Lancellotti recuperó los murales alegóricos pintados entre 1902 y 1905 por el artista Luis Levoni, y además se dejaron a nuevo los vitrales que coronan la amplia escalera de mármol.

Además del hall, todas las obras del ala que da a Moreno son sorprendentes: tanto en la planta baja como la planta alta están muy avanzadas o ya concluidas. Ese es el caso de la nueva aula magna, con capacidad para 220 personas y equipada al mejor nivel; parte de las galerías sostenidas por columnas y donde se restauraron (o reconstruyeron) arcadas, balaustradas y frontis; una importante cantidad de aulas de grado y posgrado, y la renovada mansarda, a la izquierda de la torre, una increíble buhardilla que albergará a los centros de investigación.

En los interiores del ala por Santa Fe las obras también están en marcha y esperan terminarlas hacia fin de año. Eso incluye el patio norte, oficinas y aulas de posgrado, oficinas administrativas, baños y un nuevo auditorio en el mismo lugar donde se incendió el anterior. Y como el que se quema con leche ve una vaca y llora, en el patio ya se construyó un tanque anti-incendios capaz de contener 10 mil litros de agua.

Pero falta mucho aún para que el palacio diseñado por el arquitecto Boyd Walker y ejecutado por Juan Canals a fines del siglo XIX quede totalmente recuperado. Falta, sobre todo, el dinero para hacerlo, que el decano Silberstein estima no bajará de otros 3,5 millones de pesos.

Con eso se podrían colocar los ductos para el aire acondicionado y la electricidad antes de colocar los cielos rasos en la planta alta (600 mil pesos), restaurar la fachada por Santa Fe (1,2 millón), dejar lista la esquina noroeste por Córdoba (200 mil), y hacer todos los trabajos necesarios en la torre, indiscutido corazón del palacio (ver recuadro).