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martes,
27 de
junio de
2006 |
El sacudón de una víctima
Tras la lectura del fallo, los presentes en la sala de audiencia aplaudieron y muchos de ellos se abrazaron. Entre ellos estaba Lina Ibarra, que fue violada en 2002 por José Antonio Vergara. "Mi esposo y mi abogado me decían que la Justicia lo iba a condenar pero yo, hasta que lo escuché, no me quedé tranquila". Sentada en la primera fila, tras la lectura del fallo la mujer comenzó a llorar. Se aferró muy fuerte de la mano a su marido y agradeció a todos los presentes haberla acompañado y apoyado.
"Todavía estoy shockeada y espero poder dormir esta noche", murmuró Lina. "Ahora, con mi marido y mi familia vamos a ponernos las pilas y creo que podremos reconstruir nuestras vidas". El abogado de esta mujer, Lisandro Jofré, señaló que el tribunal tomó en cuenta como agravantes la "ferocidad" y "brutalidad" del imputado. "Este hombre estuvo preso pero la privación de su libertad no lo detuvo para hacer lo que hizo", expresó Jofré quien dijo: "Oremos para que Vergara muera en la cárcel ya que un minuto de él preso es un minuto de mejor calidad de vida de toda la sociedad. Si Vergara cometió siete abusos en seis meses, imaginemos cuántos hechos se evitan con 37 años y medio de él en la cárcel".
Durante la lectura del fallo, Vergara no estuvo presente en la sala al igual que su defensor oficial por lo que el recinto fue ocupado por algunas de las víctimas, sus familiares y por personas pertenecientes a distintas organizaciones sociales.
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