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martes,
27 de
junio de
2006 |
El último oficio religioso de Mariani
El sacerdote Guillermo "Quito" Mariani, quien se ha manifestado contrario al celibato y hasta relató algunas experiencias sexuales suyas en un libro, celebró el domingo pasado su última misa en la parroquia Nuestra Señora del Valle de Córdoba, aunque continuará a cargo del lugar "por unos días más".
Mariani celebró su última misa en la iglesia La Cripta, del barrio cordobés Cerro de las Rosas, y luego fue agasajado por la comunidad del lugar en un festejo que contó con la animación de Rally Barrionuevo y el dúo Coplanacu, y con la presencia del intendente Luis Juez y la diputada nacional Norma Morandini.
El cura, quien se enfrentó con el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, luego de que se negara a rectificarse de lo dicho en su libro "Sin Tapujos" (donde cuenta su vida y los aconteceres políticos y sociales durante 50 años de sacerdocio) y que fuera amenazado con sanciones desde la jerarquía eclesiástica, decidió abandonar sus funciones como párroco, aunque seguirá su acción pastoral como sacerdote.
"Continuaré por unos días más frente a La Cripta hasta tanto el padre (Víctor) Acha, a quien conozco de muchos años y quien seguro seguirá mi tarea en esta parroquia, acomode su situación", indicó Mariani con respecto a su sucesor, que proviene de la comunidad eclesial de la ciudad de Cosquín.
"Hasta luego"
"Más que un adiós es un hasta luego", dijo el padre "Quito" durante la homilía en su última misa en la parroquia que atendió durante 39 años. Reiteró que seguirá trabajando para la comunidad y que lo suyo sólo "es un cambio de trinchera, lo que no significa dejar la lucha", a la vez que insistió ante la gente en que "siempre contarán con mi apoyo, porque yo no dejo los hábitos".
Mariani cursó estudios en el seminario de Córdoba y estudios parciales de psicología y sociología.
Ha editado cinco libros de poemas y cuatro de reflexiones sobre diversos temas. Un texto de catequesis familiar, "Queremos seguirte Jesús", ha sido editado a nivel nacional en el 2001 por editorial Bonum.
Los acontecimientos vividos durante su estadía en La Cripta influyen decisivamente en su personalidad después de una grave crisis en relación con su visita a Roma, a los 35 años.
Tuvo activa militancia en movimientos como el Cordobazo, el Viborazo, el Navarrazo, en el marco de la posición sustentada por sacerdotes del Tercer Mundo.
Su presencia y su acción eclesial y ciudadana fue definida como "contestataria", lo que le valió fervorosas adhesiones y encendidos rechazos. (Télam)
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