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domingo,
05 de
marzo de
2006 |
Del positivismo a las tragamonedas
El nacimiento del Club del Orden de Santa Fe estuvo revestido de las ideas positivistas de su tiempo. Mientras que la teología garantizaba orden pero no progreso y la metafísica progreso pero no orden, sólo el positivismo podía asegurar el imperio de ambas variables. En ese paradigma se amparaba la Argentina decimonónica buscando el imperio de la ley para garantizar un orden y un progreso duraderos.
Un año después de que en Buenos Aires se fundara el Club del Progreso, nacía el Club del Orden en Santa Fe el 27 de Febrero 1853, cuando la capital provincial era el centro político del país. Así, el "Orden y Progreso" que Brasil bordaría en su bandera como eslogan se arraigaba institucionalmente en la naciente Argentina. "El Club propenderá a estrechar los vínculos fraternales de sus miembros y sus compatriotas, por medio del respeto recíproco y de los servicios uniformando y fomentando los intereses de todos", reza su acta su fundacional.
Algunos han visto entre el Club del Progreso de Buenos Aires y el del Orden de Santa Fe una reedición civilizada del sempiterno enfrentamiento entre el centralismo porteño preocupado por el "progreso" de sus ganancias y el interior interesado en "ordenar" el país. Y a diferencia del club porteño, el santafesino exhibiría una partida de nacimiento enteramente patricia: sus socios fundadores honorarios serían nada menos que los constituyentes que ese año se reunieron para dar forma definitiva a la nación. Además, 19 presidentes de la entidad fueron gobernadores y vicegobernadores de Santa Fe.
El 25 de Mayo de 1853 el Club del Orden recibió al entonces gobernador Domingo Crespo con una tertulia de baile, fiesta a la que la provincia contribuyó con 25 pesos, un barril de cerveza y la participación de la banda de música. Desde entonces y hasta nuestros días, cada 25 de Mayo se celebra con una gala a la que asiste, generalmente, el gobernador santafesino.
El club fue fundado en uno de los más bellos palacios de estilo francés de Santa Fe, en Juan de Garay y San Martín. Pero en la década del 70 una bomba, atribuida a Montoneros, lo convirtió en escombros. Su actual emplazamiento, a pocos metros de aquel, es hermoso pero no tan imponente. Por estos días el presidente es Miguel Angel de la Torre Freyre y sus salones -de fiestas, lectura, TV, Internet, bufé y restaurant- siguen convocando reuniones de todo tipo: fiestas, peñas, cumpleaños y despedidas, recitales de poseía o música, muestras de arte y torneos de bridge, casín o ajedrez. En sus salones se sigue celebrando cada 25 de Mayo con gala y todavía se reúnen apellidos reconocibles, aunque ya no parecen brillar las ideas más avanzadas de la época.
¿En venta?
Existe una idea de la Comisión Municipal de Defensa del Patrimonio Cultural para que el Ejecutivo capitalino declare de interés histórico-artístico y como parte del patrimonio cultural de la ciudad al edificio ubicado en Hipólito Yrigoyen 2451, donde funciona el Círculo Italiano. El proyecto contempla, en caso de concretarse la designación, que se otorgue al lugar una exención del pago de la tasa general de inmuebles durante cinco años. Sin embargo, habría una parte de la dirigencia que estaría mucho más interesada en que el edificio sea vendido.
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Fotos
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El Club del Orden se fundó en 1853. Desde los años 70 funciona en San martín 1900.
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