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domingo,
05 de
marzo de
2006 |
Otra vez en rojo
Tiro perdió con Independiente y se hundió más
Lucas Vitantonio / Ovación
Un Independiente amarrete y mezquino sepultó la remontada que Tiro Federal había evidenciado en las dos últimas fechas del Clausura, donde sumó cuatro puntos sobre seis. Ayer en el Gigante el equipo de Ludueña tenía la chance de seguir engrosando su flaco promedio, pero dejó pasar el tren, uno de los últimos de los que conducen a la utópica salvación. Hizo un primer tiempo aceptable y hasta con chances de facturar, pero ni bien arrancó el complemento no tuvo argumentos para sobrellevar la expulsión infantil de Ariel Carreño y el castillo de naipes se desplomó. El Rojo supertáctico de Julio Falcioni se impuso 2 a 0 y pateó al demonio la ilusión tirolense de permanecer en primera. Pasan las estaciones del Via Crucis y la crucifixión lamentablemente parece ser el destino inevitable.
El primer tiempo tuvo un trámite parejo, donde salvo el indomable Sergio Agüero nadie se animó a romper los moldes. Dentro de un partido con freno de mano y excesivo respeto mutuo ninguno de los dos pudo torcerle la muñeca al oponente. ¿Chances de gol? Sí, hubo algunas. Obviamente la más clara la desperdició el Kun Agüero cuando estrelló un penal en el vertical izquierdo de Jorge Vivaldo.
También pudieron agitar la red para el Rojo Eduardo Bustos Montoya, pero su remate no tuvo potencia, y el propio Agüero con un disparo que se elevó sobre el travesaño. Mientras que las chances de Tiro estuvieron en los pies de Luciano De Bruno, que luego de una guapeada de Carreño y Javier Cámpora ejecutó un remate que rebotó en el cierre providencial de un defensor rojo, y de Carreño, que ingresando desde la izquierda pateó por encima del horizontal.
En esa etapa inicial Agüero fue incontenible cuando se lo propuso. Por ejemplo, en la apilada que derivó en el claro penal. Para nada surtió efecto la marcación zonal que pergeñó el chileno Oscar Del Solar.
Si la primera mitad fue tibia y desabrida, en el complemento llegaron las emociones, las polémicas y los goles. Una cadena de errores terminó de sepultar al local. Primero Carreño vio la roja por una reacción tonta ante Sebastián Carrizo. En principio el tirolense pareció no sentir el impacto y hasta se acomodó mejor que su rival a pesar de la inferioridad numérica.
La segunda falla local fue dejar libre en una pelota parada al mejor cabeceador de Independiente. Eduardo Domínguez saltó por encima de todos y conectó a la red un centro desde la izquierda. El tercer error fue la falsa escuadra de la línea de fondo que le permitió a Osvaldo Miranda decretar el segundo del Rojo.
Independiente ganó porque jugó de menor a mayor y su rival a la inversa. El Rojo no lució, pero capitalizó al máximo cada error del adversario. Tiro fue por momentos ordenado, pero con eso solo no alcanza. Y ante la primera adversidad no tuvo reacción ni desde adentro ni desde afuera del campo.
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Fotos
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Javier Cámpora forcejea con Fernando Cáceres en busca de una pelota aérea.
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