Psicología cumple 50 años

Una serie de actividades celebrará el aniversario de la carrera más antigua de país en su disciplina

Matias Loja

Creada el 6 de abril de 1955, la carrera encargada de la formación de profesionales psicólogos festeja por estos días medio siglo de vida. "En aquel tiempo dependíamos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), y la facultad era de Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación", rememora Ovide Menin, decano de la facultad rosarina.

En efecto, la carrera formaba parte en un principio de la UNL, hasta que a fines de 1987, y tras independizarse, pasa a llamarse Facultad de Psicología, dependiendo ya, como en la actualidad, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Así, y en función de celebrar este aniversario, la facultad organiza para el próximo jueves 13 de octubre, a las 9 horas, un acto en el aula magna de la Facultad de Psicología presidido por el rector de la UNR, Ricardo Suárez y por el decano de la facultad, en el que se distinguirá a los primeros 21 egresados de la carrera, "que además son también los primeros graduados del país, porque no hay que olvidar que la nuestra fue la primera carrera de formación de psicólogos de la Argentina, y luego le siguieron las de Buenos Aires y La Plata", señala el decano Ovide Menin (ver aparte). La fecha elegida coincide con el Día del Psicólogo.

Además, en la jornada también se llevarán a cabo dos conferencias, una por la mañana y otra por la tarde, acerca de la enseñanza de la psicología en la actualidad, a cargo de Félix Temporetti, y otra sobre la enseñanza del psicoanálisis en la universidad, con la disertación del profesor Carlos Curi.

"Al principio el plan de estudio de la carrera era de cuatro años, y después venía el doctorado", describe el decano acerca de las primeras épocas de la carrera, para destacar a renglón seguido "la calidad de la enseñanza teórico-práctica que recibíamos de esos profesores, que en su mayoría eran de Buenos Aires, y que se veía facilitada porque no éramos la cantidad enorme de alumnos que hay ahora en cada curso".

"Desarrollábamos prácticas que se realizaban en hospitales, en escuelas y en programas, como los que ahora llamamos residencias, que entonces se llamaban internados", recuerda Ovide Menin, quien a la hora de destacar una anécdota cuenta, entre risas, que "existía en el primer plan de estudio una materia que se llamaba Autoanálisis en donde lo notable era que se hacía un análisis desde la perspectiva del existencialismo, y no desde el psicoanálisis. Eso motivaba que nosotros, los estudiantes, y con una enorme ingenuidad, escribiéramos nuestras biografías, que seguramente hacían el deleite del docente que dictaba esa materia".

"Cuando cae el peronismo, y se instalan los llamados profesores gorilas, se recrea la carrera en el 56, y los que habíamos hecho el primer año antes de esa fecha tuvimos que hacer toda la cursada de nuevo", narra el decano en referencia a las vicisitudes que enfrentó la carrera en sus comienzos en relación a los vaivenes políticos que vivió el país en la década del cincuenta.

En otro orden, y al momento de esbozar una breve crítica sobre algunos aspectos nocivos que se vienen dando en la carrera, el decano sentencia que la universidad en su conjunto se ha vuelto excesivamente permisiva.

"Ese es un drama de la universidad argentina, porque se han entendido mal los derechos de los estudiantes, y en consecuencia se permite un nivel de flexibilización, para mi gusto excesivo, con respecto a las regularizaciones, la cursada y la forma de evaluación", reflexiona.

Pero por otro lado, el decano destaca como positivo la diversificación cada vez mayor del campo laboral y ciertos avances en materia de actualización del conocimiento en relación a lo que se desarrolla en otras partes, "porque incluso diversas corrientes teóricas que responden a posturas epistemológicas muy diversificadas han avanzado mucho en este sentido a nivel mundial".

Además, Menin considera también necesario destacar los estudios de posgrado, "que han adquirido en la facultad un vuelo extraordinario, no solamente el doctorado, de donde en pocos años han egresado 35 personas, sino también la maestría en psicoanálisis, y las cuatro especializaciones (psicología clínica, psicología y educación, psicodiagnóstico y psicología forense)".