Adiós al campo de deportes del Marista

En esa época dorada disfrutábamos de un espacio en donde gastar nuestras energías y tomar un poco de contacto con la naturaleza, lo que para nosotros, chicos de la ciudad, era de un valor incalculable. Pero como parece que "todo concluye al fin", el colegio Marista de Rosario vendió el campo de deportes Hermano Filomeno. Largo sería recordar todo lo vivido en ese predio, mas no quiero hacerlo con nostalgia. Recordar es también parte de la vida y proviene del corazón, por lo que vayan estas líneas a modo de homenaje al hermano Filomeno. Quienes tuvimos la suerte de conocerlo y tenerlo como profesor entendemos por qué el campo lleva su nombre. Hermano Filomeno, nos ha pasado por encima la aplanadora de la modernidad, a usted, a nosotros ex alumnos y a las próximas generaciones de maristas, quienes no van a tener la dicha de disfrutar todo lo que nosotros sí pudimos.

José R. Gorostiaga,

ex alumno marista promoción 1978