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domingo,
02 de
octubre de
2005 |
Parques Nacionales, tentación y desafíos del turismo sustentable
Las áreas protegidas del país recibirán 150 millones de dólares para mejoras
y modernización. Obras y capacitación para guardaparques de Latinoamérica
Los parques nacionales se preparan para dar el gran salto y realizar la transformación más importante en décadas, tarea para la cual se invertirán ciento cincuenta millones de dólares en los próximos cuatro años. Las principales reformas contemplan la construcción de nuevos senderos y la mejora de los que ya existen, una nueva señalización, y la creación de centros de interpretación.
El plan prevé algunas reformas "de lujo", como un ascensor en el Glaciar Perito Moreno y en algunos puntos panorámicos de otros parques. Estas modificaciones apuntarán a mejorar el acceso de los dispacitados a los parques nacionales, además de ofrecerles una infraestructura acorde.
"Será la inversión más importante de los últimos 40 años", afirmó el presidente del directorio de la Administración de Parques Nacionales, Héctor Espina. El funcionario, quien ocupa ese cargo desde hace dos años, puntualizó que durante los '90, "Parques Nacionales incorporó un millón de hectáreas -actualmente tiene tres millones seiscientos mil- pero redujo fuertemente su personal. Se crearon parques vacíos de cuidado", indicó. Durante ese período "tampoco hubo inversión en infraestructura, ni en logística, ni en vehículos", agregó.
El vuelco en las políticas para el organismo comenzó con el paso a planta de casi doscientos empleados y la contratación de ciento cuarenta guardaparques, con lo que se completó una dotación de cuatrocientas personas capacitadas. Junto a ese incremento, las autoridades crearon la figura del guardaparque de apoyo: un baqueano conocedor del lugar con buena relación con los pobladores de la zona. Dos de ellos son collas que se incorporaron al Parque Nacional Calilegua de Jujuy; el Lanin, en Neuquén, sumó a un mapuche y se prevé que este año podrán integrarse setenta personas más.
El presupuesto de Parques Nacionales pasó de treita y tres millones de pesos en 2001 a sesenta y cuatro millones en el 2004, pero no fue sólo por una mejora en la transferencia de recursos de la Nación, sino especialmente por el aumento de la recaudación producto del incremento del cuarenta por ciento de la actividad que la llevó de cinco a veitidos millones de pesos al año.
"El año pasado dos millones de turistas visitaron los parques", precisó Espina, y remarcó que si bien el turismo es una fuente impulsora de empleo y desarrollo, "aparece la necesidad de ser más cuidadosos con los recursos naturales".
"Cuando el turismo crece tan fuerte, aparecen quienes se tientan con la construcción de casinos o countries dentro de los parques", y al respecto sostuvo que "es preciso fortalecer la idea de preservar el ambiente".
El guardaparques
El guardaparques fue históricamente una especie de "gendarme" de los parques nacionales, dedicado a cuidar que los turistas no se lleven ningún "recuerdo"; a evitar que los acampantes prendan fuego y, sobre todo, a perseguir cazadores furtivos.
"La explosión del turismo en la Argentina y el enorme interés que despiertan los parques nacionales a los visitantes, llevaron a repensar el rol del guardaparque", indicó Espina.
La Escuela de Guardaparques de la Argentina, la más importante de América Latina, acaba de instalarse en el complejo turístico que el Estado posee en la localidad cordobesa de Embalse, donde se dicta la carrera de Técnico Universitario en Manejo de Areas Protegidas, con título otorgado por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
"Históricamente el guardaparque fue un gendarme", destacó el decano de la Facultad de Agronomía de la UBA, Fernando Vilella. El objetivo de la nueva tecnicatura es tratar de que el guardaparque siga vinculado al cuidado de los parques, pero también otorgue un buen trato al turista y alcance una fluida comunicación con la comunidad, que en muchos casos son aborígenes. "El guardaparque debe contribuir a la conservación de la biodiversidad natural, pero también cultural", explicó.
La carrera, con cupo para cuarenta ingresantes, tiene una duración de dos años y el título es un requisito indispensable para incorporarse al Cuerpo de Guardaparques Nacionales.
Alejo Fardjoume, asistente en la coordinación de este nuevo centro de formación, señaló que vienen de muchos países de Latinoamérica a cursar, y explicó que "la mayoría de los aspirantes traen la experiencia de haber sido voluntarios en algún parque o alguna ONG, como Vida Silvestre o Greenpeace".
Fardjoume indicó que por año se presentan unos trescientos aspirantes, "por lo cual es preciso realizar un riguroso proceso de selección".
Desde el año 1968 han egresado alrededor de setecientos guardaparques, en veiticuatro promociones, de los cuales el diez por ciento han sido estudiantes provenientes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Cuba, Panamá, Perú, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
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Fotos
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El corredor Iguazú.
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