El boom. Testimonios de tres generaciones y tres posiciones del cine argentino

"Es de conjunto, no se trata de moda"

Coscia dijo que preveían el éxito

El director del Incaa, Jorge Coscia, le dijo a Escenario desde España que se esperaba el gran momento que atraviesa el cine argentino. Lo atribuye a la continuidad de una política pública sobre el cine y a la diversidad y talento de los creadores.

-Hay tres películas argentinas en el Top Ten de las más vistas, ¿es un momento inédito?

-Es un momento histórico que se liga a un proceso que viene llevando el cine argentino en los últimos años. La explicación tiene que ver con que ha persistido una política pública que ha permitido fomentar el cine argentino, hacer previsible los subsidios y poder planificar producciones sistemáticamente. En los últimos años el cine argentino filma, en promedio, un poco más de cincuenta películas por año. Hay otras razones, pero sí uno escucha lo que decíamos hace tres años, se da cuenta de que habíamos anticipado este fenómeno de ahora.

-También sorprende que esos filmes sean de calidad, cosa que no siempre se podía decir de las más vistas de otros años.

-Sí, son películas de calidad y que tienen un alcance masivo. Aunque yo veo al cine argentino como un conjunto, en el cual tenemos películas de todo tipo: filmes de mayor riesgo artístico y películas de mayor pretensión comercial, y películas que combinan calidad con pretensión comercial como el caso de estas últimas. El cine argentino está seduciendo a nuestro propio público, continuando con una seducción que, como suele ocurrir en nuestra cultura, primero tiene que darse afuera y luego adentro. Esa es una constante que viene desde el tango hasta ahora. Lo que ocurre afuera es un fenómeno y nuestros títulos encabezan recaudaciones, como es el caso de "No sos vos soy yo" en España, el estreno de películas argentinas en salas de Tokio y Londres, ni hablar en Francia. Para mí, es un fenómeno de conjunto, no se trata de una moda. Podrá tener un pico más alto o alguno más bajo pero de continuar la actual política pública, que permite una previsibilidad en la producción, el fenómeno ha llegado para quedarse y, por qué no, expandirse.