Los derechos de autor mueven el 6% del PBI

Hay negocios y negocios, y el de las artes audiovisuales que realizan los pequeños productores alejados de las grandes compañías nacionales o internacionales tiene un alto grado de informalidad. Si bien los derechos de autor o copyright, un respaldo jurídico para hacer valer la autoría de una obra y el derecho económico por su utilización, generan negocios que llegan al 6% del PBI, por desconocimiento o atomización sus alcances no suelen de llegar a un gran número de artistas y trabajadores del sector.

Ana María Saucedo y Judith Malamud, profesoras de la Universidad Notarial de Buenos Aires, llegaron a Rosario para difundir aspectos legales sobre los derechos de autor que tienen los profesionales que trabajan con la fotografía, el video y los medios digitales porque "esta ciudad es un centro artístico muy tradicional que tiene que conocer en profundidad las leyes para hacerlas valer".

Las abogadas contaron que comenzaron a investigar para detectar la real situación de la Argentina y detectaron que existía una gran distancia entre lo que la Constitución y los acuerdos internacionales determinan y la efectiva vigencia de esos derechos en el país. En ese sentido, encontraron que los fotógrafos sólo tienen derechos por sus producciones durante 20 años mientras que en las otras obras audiovisuales se estipula por toda la vida del autor, más 70 años postmorten.

Además, descubrieron que en una realización audiovisual se otorgaba la paternidad -el crédito- al productor o al guionista y en ningún momento al director, hecho que era más que frecuente. Entonces presentaron un proyecto para incluir al director como titular de la obra como lo hacen la mayoría de las legislaciones del mundo y se modificó la situación.

"Insistimos con que los autores reivindiquen los derechos sobre sus obras para reclamar su derecho de paternidad y su contraprestación económica sobre todo cuando el uso es comercial, debe haber una situación de respeto y de equilibrio", explicó Saucedo.

El punto es que muchas veces se utilizan producciones con fines comerciales pero no se pagan los derechos correspondientes.

En ese sentido, Malamud señaló que "se pone mucho acento en la piratería, que mueve más capitales que el narcotráfico y es más seguro porque las penas son más leves". Pero la piratería "afecta a los grandes productores, mientras que el problema de los pequeños productores es mucho más básico, que directamente no pueden hacer valer sus derechos".

"La perdida de los autores nacionales es enorme, en especial en los autores fotográficos donde tenemos una limitación que dice que la obra está protegida por 20 años desde la fecha de la primera publicación, a diferencia del resto que están protegida por toda la vida del autor más 70 años después de la muerte", explicó Saucedo, para quien "esta diferencia tan drástica, basada en un concepto antiguo de que la intermediación de la máquina le quita valor a la obra o por la alta reproductividad, como sostenía Benjamin, implica que grandes autores nacionales tengan gran parte de su patrimonio en el dominio público", explicó Saucedo.

Las abogadas contaron que a veces se encuentran con obras de grandes autores en bancos de datos extranjeros que comercializan esas obras por no tener protección. Para revertir esta situación las profesionales presentaron un proyecto al Congreso, que ya consiguió media sanción en la Cámara de Senadores, para igualar los derechos de la obra fotográfica al resto de las obras autorales.

Según pudieron detectar las abogadas durante su trabajo cotidiano los derechos de autor "mueven cifras enormes", se estima que representarían el 6% del PBI de la Argentina.