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 miércoles, 21 de septiembre de 2005  
Feroz ataque a enfermero dentro de un dispensario
Los familiares de un hombre que murió allí reaccionaron violentamente contra el paramédico

La muerte de un hombre de 60 años en un dispensario de Empalme Graneros derivó en una insólita y violenta reacción por parte de sus familiares, todos ellos miembros de la comunidad gitana. Tras el anuncio del fallecimiento, los parientes golpearon fuertemente a un paramédico de una empresa de emergencias que acudió a socorrer al difunto. No fue el único gesto de intolerancia: subieron el cuerpo sin vida del hombre a un patrullero y lo llevaron a un sanatorio. Al parecer. recién en ese momento se convencieron de que su familiar había muerto.

Ocurrió en el centro de salud de la vecinal 20 de Junio, en Ecuador 645 bis. Alicia Núñez, presidenta de la vecinal, contó que cerca de las 16 del lunes, Ringo Demetrio, de 60 años, acudió al dispensario para que "le aplicaran una inyección" a raíz de una "infección en una pierna" que arrastraba desde hacía un tiempo. Tras la atención, el hombre sufrió una descompensación y la médica del dispensario intentó reanimarlo.

Como Demetrio no reaccionaba, desde el centro de salud llamaron a la empresa de emergencias médica CG&L. Entonces una ambulancia acudió al lugar y las tareas de resucitación continuaron. La médica Sandra M. y su par del centro asistencial intentaron en vano salvar la vida de Demetrio. "Un infarto masivo y una hemorragia interna", según indicó una fuente de la empresa de ambulancias, provocaron la muerte.

Cuando los médicos anoticiaron a los familiares, éstos reaccionaron ferozmente. "Tuvieron una crisis de histeria" definió el coordinador de CG&L, Roberto Baquín. "Los parientes entraron al dispensario y empezaron a romper papeles", señaló.

Pero la peor parte la llevó un enfermero de la empresa de emergencias. A Eduardo V. lo golpearon tres hombres "corpulentos". Una trompada en la cara lo tiró al suelo y, en esa posición recibió una lluvia de patadas. "Le provocaron una hemorragia nasal", explicó Baquín.

A duras penas, el enfermero pudo zafar de los agresores y refugiarse dentro del dispensario. Un rato después llegó al lugar un móvil de la comisaría 20ª. Exaltados, los atacantes entraron al centro de salud y recogieron el cuerpo sin vida de Demetrio. Convencidos de que aún vivía, lo subieron al patrullero y lo trasladaron al Sanatorio Mapaci. En el centro asistencial, los médicos confirmaron el deceso de Demetrio y, al parecer, recién en ese momento, los familiares del hombre fallecido admitieron el desenlace.
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