Año CXXXVIII Nº 48878
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
La Región
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Salud


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 18/09
Mujer 18/09
Economía 18/09
Señales 18/09
Educación 17/09
Estilo 17/09
Salud 14/09

contacto

servicios
Institucional

 miércoles, 21 de septiembre de 2005  
Asesinó a una joven e hirió a otras dos personas: le dieron 24 años de prisión
Para vengarse de un hombre, le dio cinco puntazos a la hija de 15 años y mató a otra de 18 que advirtió del ataque. Luego apuñaló a un vecino que quiso defender a ambas. Fue en Capitán Bermúdez, en marzo de 2004

En marzo de 2004, dos amigas que iban a bailar a un boliche de Capitán Bermúdez fueron atacadas por un hombre que asesinó a una de ellas con un cuchillo, apuñaló cinco veces a la otra e hirió gravemente a un vecino que salió a defenderlas. Con esa secuencia de ataques, el agresor buscaba vengarse del padre de la chica, con quien había tenido ciertas diferencias y que sobrevivió a las puñaladas. Aníbal José Vera fue reconocido por la joven que salvó su vida, detenido cuando dormía en su casa y ahora condenado a 24 años de prisión por el homicidio y los otros dos ataques que, según el juez, también tenían un propósito homicida.

El crimen ocurrió la madrugada del 6 de marzo de 2004 en un barrio de Capitán Bermúdez. Dos amigas se habían encontrado esa noche para ir a bailar a un boliche cercano. Una de ellas era Luciana Villarreal, una chica de 18 años que vivía con sus padres en Serodino y solía visitar a su hermana en Fray Luis Beltrán. Iba a cursar el noveno año en la misma escuela técnica a la que asistía Yésica Moretto, de 15 años, quien vivía con sus padres en el barrio Celulosa.

Esa noche salieron de la casa de Yésica cerca de la 1, caminaron dos cuadras por calles de tierra y al llegar a la calle Brasil al 500 se cruzaron con un hombre que pasaba por el lugar. Yésica enseguida lo reconoció como José Vera, un hombre que había tenido problemas con su padre por razones que nunca se divulgaron. Sin sospechar lo que ocurriría, intercambiaron un saludo y las jóvenes siguieron caminando.

Unos metros más adelante sintieron que alguien las perseguía. Luciana se dio vuelta, comprobó que el hombre tenía un cuchillo y se quedó estática en el lugar. Alcanzó a avisarle a su amiga que el sujeto estaba armado antes de que un puntazo en el pecho le causara la muerte casi en el acto. La joven herida dio un grito de dolor, trastabilló, se tomó de la reja de una casa y quedó tendida en el patio.

Al ver eso Yésica comenzó a correr, con el agresor tras sus pasos. Recorrió dos cuadras a distancia del atacante, pero en el cruce de Brasil y Córdoba, frente a un supermercado, el hombre la alcanzó y le asestó dos cuchilladas. "¿Viste? Acá la pagás por tu papá", le dijo. La chica volvió a correr y un poco más adelante el atacante volvió a alcanzarla, la agarró de los pelos, le desgarró la ropa, la arrastró por el piso y volvió a herirla. Los gritos de terror de la muchacha despertaron a Sebastián Rovetto, un vecino que se alarmó pensando que se trataba de su hija de 15 años que también había ido a bailar.

Rovetto salió a la calle y reconoció a un vecino suyo que colocaba un cuchillo al cuello de Yésica. Pese a estar desarmado, le propinó una trompada al agresor, quien respondió con varios puntazos que a Rovetto casi le cuestan la vida. Una ambulancia lo llevó de urgencia a un hospital donde casi muere desangrado a causa de las puñaladas que recibió a ambos lados del tórax. Debieron operarlo para salvarle la vida. Yésica recibió cinco cuchilladas (tres en la espalda, una en la cabeza y otra en el tórax) que no revistieron gravedad.

Ambos le dijeron a la policía que el atacante era José Vera. Cuando descansaba en su casa ubicada a una cuadra y media del lugar, la policía lo apresó. El juez de Sentencia Nº 5, Ernesto Genesio, descartó que Vera haya intentado robarles a las jóvenes, como el imputado había afirmado en su indagatoria. Para el magistrado, el móvil no fue el robo sino la muerte de tres personas. Lo acusó del homicidio de Luciana, del intento de asesinato de Yésica y de intentar matar a Rovetto para obtener impunidad. Le impuso 24 años de cárcel en un fallo que fue apelado tanto por el condenado como por la fiscal Adriana Camporini, que pretendía una pena de prisión perpetua.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
María Cece, mujer de Sebastián Rovetto, y Mónica López, mamá de Yésica, en el hospital.

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados