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 miércoles, 21 de septiembre de 2005  
Escape de gas provocó masiva evacuación en el barrio de Palermo

Buenos Aires- Un gran escape de gas se produjo esta tarde en una obra en construcción del barrio porteño de Palermo, tras lo cual se ordenó una masiva evacuación, incluso de pacientes de una clínica privada, que concluyó varias horas después de iniciada la alarma.

La fuga comenzó minutos antes de las 15, en el predio ubicado en Bullrich y Cerviño, debido a que una retroexcavadora que trabajaba en el lugar rompió un caño maestro ubicado a pocos centímetros de la superficie.

La rotura generó un fuerte ruido y el escape de gran cantidad de gas, por lo que los vecinos de la zona comenzaron a autoevacuarse y a ser evacuados por numerosos efectivos policiales y personal médico que acudieron al lugar.

Pacientes de la clínica Trinidad -ubicada a pocos metros del lugar del accidente-, personas que estaban en un hipermercado, en la mezquita "Rey Fahd", y en los edificios de la zona debieron dejar el lugar y sólo pudieron retornar minutos después de las 18, cuando concluyó la crisis.

El gobierno porteño informó que la fuga se produjo porque la retroexcavadora -que trabajaba en la nivelación del terreno del predio- golpeó el caño maestro de alto presión y lo rompió.

La Comuna denunció que ese tipo de caños no debían haber estado a "menos de 20 centímetros de superficie", sino que su ubicación tendría que haber sido "a cerca de 1 metro de profundidad", para evitar situaciones como las que se produjeron hoy.

Lo cierto es que la fuga provocó que al menos dos madres con sus bebés recién nacidos a sus cuestas y cuatro embarazadas fueran trasladadas al Hospital Fernández, entre varias decenas de pacientes de la clínica privada.

Por las calles aledañas se podía ver a mujeres de edad avanzada y a niños pequeños acompañados por sus médicos, como así también a hombres y mujeres en general huyendo de la zona.

También, cuatro cuadras a la redonda de la zona fueron aisladas preventivamente, no se dejó circular ningún automotor -ni siquiera encenderlos- y el servicio eléctrico fue interrumpido.

La situación recién comenzó a normalizarse a las 18, cuando la empresa Metrogas, por medio de su vocera Virginia Gatti, informó que ya "no" había "gas" en la zona y el riesgo de una explosión o una intoxicación se habían reducido a cero.

La Policía, Bomberos, Defensa Civil, la Guardia Urbana y funcionarios de distintas dependencias del gobierno porteño quedaron en el lugar a modo preventivo, debido a que el caño todavía no había podido ser arreglado.

De todos modos, desde los sectores involucrados se aclaró que ya no existía riesgo para la población, por lo que -salvo en el lugar del siniestro- el resto del barrio volvió lentamente a la normalidad. (DyN)
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