Otro perfil. "Más allá de la muerte" (The final cut) se estreña mañana en los cines de Rosario

El camino de un comediante que se interna en el mundo de las sombras

Robin Williams interpreta a un extraño editor de memorias de los muertos en el filme de ciencia ficción de Omar Naim

Fernando Toloza / La Capital

El camino de Robin Williams hacia las sombras sigue firme. El actor comenzó a distanciarse de la comedia hace algunos años y esa ruta de papeles "negros" lo ha llevado hasta "Más allá de la muerte" ("The Final Cut"), que se estrena mañana en Rosario. Los personajes de Williams en su nueva etapa son hombres solitarios, aislados en su mundo privado y peligrosos cuando su intimidad se pone en contacto con la vida "normal". "Retratos de una obsesión" y "Noches blancas" fueron los pasos iniciales en la transformación del actor de "Mork y Mindy" en un intérprete con predilección por las zonas oscuras de la mente y el corazón humanos.

Catalogado como filme de ciencia ficción, "Más allá de la muerte" trata de hacerse espacio en un universo nutrido de películas que prometieron lo nunca visto, oído ni contado. La base del filme para intentar la diferencia es un guión que no se olvida de la historia que relata. En un futuro que se parece mucho al presente de comienzos del siglo XXI, la gente cuenta con un implante de memoria que registra todos los momentos de su vida. Cuando la gente muere, sus recuerdos son editados por un profesional, quien resume la vida del muerto en dos horas, como si fuese una película en la cual están eliminadas todas las partes desagradables.

Robin Williams interpreta a Alan Hakman, el editor de vidas post morten más buscado. Sus trabajos son, desde cierto punto de vista, perfectos. Pero a la vez que Hakman cada día edita mejor, su vida es un páramo en el cual no entran los sentimientos. La situación cambia cuando el hombre frío encuentra algo que lo implica directamente en unos recuerdos que está editando.

Para Williams, no hay una gran distancia entre sus papeles de cómico y las nuevas interpretaciones de seres solitarios y de peligrosidad inminente. "Mi mayor hobby es andar en bicicleta solo. Tras dos o tres horas de pedalear me siento muy bien lejos, y ese aislamiento es parte de la distancia que significa ser cómico, y que también se relaciona con mis nuevos papeles", dijo el actor.

"Encontrar una buena comedia es un logro pero que me llegase «Noches blancas», trabajar con Al Pacino e interpretar a un asesino, fue maravilloso. Después apareció «Retratos de una obsesión», con ese hombre ominoso, y ahora «Más allá de la muerte», donde la tecnología se combina con un tema de complejidad. En el trabajo del cine hay dos partes que deben hacerse bien para una buena película. La primera es que el guión esté bien, y la segunda es que se vea bien", dijo Williams sobre la saga de sus películas oscuras.

Las películas de la nueva etapa de Robin Williams no han sido éxitos de taquilla, como sí lo eran muchas de su faz como actor comercial y cómico. Sin embargo, Williams, que gusta hacer el payaso en cada presentación pública a la que asiste (del Festival de Cine de Berlín a la ceremonia de entrega de los Oscar), parece feliz. "Lo importante para seguir interesado en el oficio de actor es hacer papeles interesantes en piezas como «Más allá de la muerte», trabajar con gente nueva. Si no encuentro eso, no hallo razón para seguir interesado en este negocio", sentenció el actor.

Mientras la lista de personajes introvertidos y en el filo del misterio sigue creciendo en su carrera, Williams confiesa que la diversión más sencilla la encuentra en poner su voz para películas animadas. Su trabajo más reciente en ese rubro es en "Happy Feet", con el director australiano George Miller ("Babe"). "Hice cuatro personajes, incluido un pingüino argentino", comentó el actor en una entrevista reciente. Habrá que esperar hasta el año próximo para "escuchar" ese papel "argentino", fecha tentativa de estreno para "Happy Feet".

A pesar de la taquilla negativa, Williams continúa su saga de filmes oscuro como "Retratos de una obsesión" y "Noches Blancas".