El basural "privado" zafó del allanamiento

El municipio llegó con sus camiones y una retroexcavadora pero el particular logró una prórroga

A pesar de que la Municipalidad desplegó ayer un operativo con camiones y palas mecánicas para quitar una enorme montaña de basura de una vivienda de Garibaldi al 1800, una nueva prórroga solicitada por la abogada patrocinante del propietario postergó por algunos días más la limpieza total del lote. Los vecinos vienen reclamando desde hace años por los innumerables inconvenientes sanitarios y de seguridad que les acarrea la increíble acumulación de desperdicios. Como intercedió un particular en la compra del material reciclable que todavía hay dentro de la casa, la Justicia entendió que se comprometerían intereses de terceros y concedió un nuevo plazo. Así y todo, y luego de un acta acuerdo entre las partes, dos camiones de la Municipalidad pudieron comenzar a sacar algo de desechos.

La orden de allanar la casa estuvo en manos de los funcionarios y desde la mañana personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) cortó el tránsito en la esquina de Garibaldi y Dorrego para que tres camiones y una pala mecánica se dispusieran en el lugar a los fines de despejar la vivienda de todo desperdicio. Pero los operarios se encontraron primero con un gran volquete en la puerta de la casa repleto de cartones, y luego con el trámite de la abogada patrocinante del propietario de la basura para que se conceda un nuevo plazo con el compromiso de sacar todos los elementos innecesarios del terreno.

Según dijo la abogada Felisa Sánchez, luego de mantener una reunión en el juzgado correccional 6ª, a cargo de Adolfo Claverie, "se logró el compromiso del juez de evaluar la situación, porque un tercero compró la mayoría de los desperdicios reciclables y en un tiempo los retirará. Lo único que queremos es un plazo razonable para que sea operativamente posible y este hombre recupere algo de dinero para poder solventar sus gastos. No mató ni robó, y todo lo acarreó con sacrificio y de manera digna", dijo la profesional.

Cerca del mediodía y ante la mirada expectante de los vecinos, Nicolás Lomaglio asomó su figura en la vereda y se enojó por la presencia de algunos medios. Esperó que el container cargado de cartones estuviera arriba del camión, se subió al rodado y se fue con rumbo desconocido.

Mientras tanto, el arquitecto Raúl Riganti, del departamento Servicios Urbanos del Distrito Sur, al mando del operativo, esperaba nuevas órdenes de los abogados de la Municipalidad para proceder.

Después del mediodía, cuatro personas allegadas a Lomaglio colaboraron con la selección y separación de la basura para que esta vez el plazo no expire sin que la vivienda quede libre de suciedad. Así, dos camiones repletos de material inservible salieron con destino a los basurales municipales. "Vimos voluntad y por suerte pudimos comenzar a sacar algo de basura sin que esto sea traumático ni violento para nadie", indicó Riganti, y confirmó que el nuevo plazo para despejar de basura el terreno es de 48 horas.

Según allegados, don Nicola -como lo llaman en el barrio- "será llevado a vivir con un familiar, la vivienda se pondrá a la venta al igual que su legendaria bicicleta", con la cual recolectó tantos elementos durante más de 15 años.

El dueño consiguió vender un container de cartones y la Justicia dio un nuevo plazo.