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miércoles,
21 de
septiembre de
2005 |
Vecinos molestos por la fiesta de inauguración
Adela, una vecina del nuevo minimunicipio del Distrito Centro, llegó ayer al flamante edificio de Corrientes y Wheelwright con una pregunta: "¿A quién se le ocurre organizar una fiesta de inauguración con bombas de estruendo a sólo metros de un sanatorio?", se quejó la mujer. Es que, el festejo con que la Municipalidad estrenó ayer la remodelación de la ex Estación Rosario Central incluyó sobre el final un espectáculo de fuegos artificiales y el ruido molestó a más de un vecino y, ni qué hablar, a pacientes y familiares de internados en el Sanatorio Británico. "Fue una barbaridad, mi mamá se despertó sobresaltada", comentó ayer Sergio, familiar de una mujer internada en este centro asistencial. Allegados a otros pacientes fueron un poco más benévolos: "Realmente no fue lo más acertado", comentaron. Con todo, fuentes de la dirección del Sanatorio Británico aseguraron que el ruidoso festejo no generó "grandes molestias" entre los enfermos que pasaron ayer la noche en el nosocomio.
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