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miércoles,
21 de
septiembre de
2005 |
Una familia
"no convencional"
Hoy en día la palabra "familia" se ha distorsionado de tal manera que es muy trabajoso encontrar un significado. Indudablemente, el niño que crece en una familia "no convencional" sufre las consecuencias de las equivocaciones de sus progenitores como así del egoísmo, alentado por una sociedad principalmente individualista basada en la satisfacción propia sin importar los medios para conseguirla o las posibles secuelas. Padres separados, madres solteras, dos papás, dos mamás... En el medio el niño, obligado, por su propio bien, a comprender la realidad en la que vive y a restarle importancia a su vacío interno. Sin embargo, el niño será, inevitablemente, un adulto que llevará consigo los valores transmitidos por su entorno. Y así la distorsión del sentido de la familia se acrecienta. El hombre es un animal de costumbre; se acostumbra a lo bueno como también a lo malo. Mala e inevitable, así es la realidad en la que están inmersos los niños criados en el seno de una familia "no convencional".
Franco Berto
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N. de la R.: La nota de opinión de Juan José Estrade (presbítero y docente de la Universidad Católica Argentina) sigue generando cartas de los lectores de lo más variadas. Ante el caso de la pareja lesbiana de Córdoba que tuvo un hijo concebido por inseminación artificial, Estrade había señalado que "para ser madre es absolutamente necesario ser mujer". En esta sección, Susana Benavídez consideró que el presbítero "no tiene autoridad" para realizar prescripciones sobre el tema y el sábado pasado Ana Cirigliano la respaldó con una carta que afirmaba: "Todos tenemos derechos, todos somos de carne y hueso".
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