Opinión: Un clásico caliente

Luis Alberto Yorlano / Especial para Ovación

Se juega mañana el clásico mas caliente de la historia. La palomita de Poy, la zurda maravillosa de Zanabria, la creación de Solari que más apetece a los hinchas de Central cuando dijo "Pechos fríos" y el emparejamiento que provocó el Patón Bauza cuando expresó "nos quedamos sin aliento", se convertirán en recetas futboleras muy relativas a lo que suceda en este partido en el Gigante. Aquí el que pierde queda afuera de la Copa Sudamericana. Que no es poco. Es mucho. Y las cosas que sucedan en la cancha quedarán minimizadas al lado de las que pueden ocurrir en la ciudad, por días, por semanas, por meses. Es que de ahora en más el 29 de agosto ingresará en el al amaque futbolero rosarino. Formará parte del folclore. Las secuelas de este clásico no tendrá nada que ver con los hechos anteriores.

Es que en los años que se produjeron los acontecimientos deportivos recordados, las hinchadas tenían otras idiosincrasias. Central llevaba como marca en el orillo su nacimiento en un barrio. Los de Newell`s mantenían todavía su origen colegial y, más allá de las cargadas que siempre tuvieron vigencia cada vez que se enfrentaban, nunca pasaron los límites de la convivencia. Pero desde hace 10 años las cosas fueron cambiando. Atrás quedaron el Turco, el Lolo, Vitamina, el Loco Demente, Mochila y otros caracterizados hinchas, que si bien en su momento marcaron territorio en las barras, eran nenes de pecho al lado de lo que hoy ocupan esos lugares.

Las hinchadas en la actualidad en cuanto al número de sus integrantes son bastantes parecidas. Además, la gente de la platea y de la popular eran muy distintas. Había una convivencia correcta entre ambos bandos. Las cargadas eran las lógicas después de cada partido y muy posible el lunes o martes en el café o en los lugares de trabajo. Después todo seguía igual. Hoy pintan la casa del hincha adversario. Mueren y agreden por una pared virgen para escribir leyendas o pintarlas con sus colores favoritos. Se provocan en las calles usando cualquier día de la semana indumentarias con los colores de su equipo favorito. Se castigan con los correos electrónicos. Y se agravian en sus páginas de Internet.

Este partido es distinto al jugado recién en el Parque Independencia. Aquel no definía, en cambio este señala quién sigue en la Copa Sudamericana y quién queda como punto de la ciudad. Poco importa la siguiente fase. Es el partido del año. Este desafío también puede terminar con presidentes, técnicos o jugadores. El Gigante puede ser el trampolín para algunos y el abismo para otros.

Mañana es el día. Como diría un viejo presentador de boxeo en las grandes veladas en el Luna Park, "seeeeeñoras y seeeeeñores, esta noche por la Copa Sudamericana se enfrentan Rosario Central y Newell's Old Boys. No se muevan de sus butacas. Usted será testigo del encuentro más importante de la historia entre estos clásicos rivales y de la noche que Rosario, durante el partido, fue una ciudad fantasma. Essss a noooooventa minutos y está en juego laaaaa Copa Sudamericana. Y que gane la civilización. l