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 sábado, 25 de junio de 2005  
Para agosto estaría aprobada la ley que regula la formación profesional, impulsada con el consenso de los ministerios nacional y provinciales
La larga primavera de la educación técnica
La directora del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (Inet), María Rosa Almandoz, ponderó el modelo elegido por Santa Fe para discutir el rol de la formación de profesionales

Marcela Isaías / La Capital

La decisión de aprobar una ley de educación técnica y formación profesional, la transferencia de materiales y maquinaria a las escuelas técnicas y el avance en cambios de planes que ubiquen a esta modalidad como centro de la escena educativa, son para la directora del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (Inet), María Rosa Almandoz, firmes indicios de que la enseñanza y formación de técnicos en la Argentina avanza por un camino más seguro que el de los meros anuncios. Pero hay más: la reconocida educadora no duda en señalar a Santa Fe como una provincia que adopta decisiones inéditas cuando se trata de debatir qué rol se pretende para las escuelas de esta modalidad y para los profesionales que se aspira formar.

-¿Vive la educación técnica una especie de primavera en la Argentina?

-"Sí, claro. Esperemos que dure más que la Primavera de Praga", dice entre risas la directora del Inet en alusión al proceso de reformas políticas que en 1968 vivió Checoslovaquia, conducidas por Alexander Dubcek, y que el líder definía como "Socialismo con rostro humano"; pero que no duró más que una primavera, al encontrar su fin con la invasión de la por entonces Unión Soviética.

Y para mostrar que los cambios en los que se trabajan tienen asidero firme en las políticas de Estado menciona el acuerdo generalizado para aprobar una ley de educación técnica de formación profesional (ver aparte).

La educadora sostiene también que para que se mantenga este proceso de valorización de la enseñanza de estas escuelas, que llegaron a ser una tradición, debe haber una "clara relación con el modelo (económico) productivo de país".

Almandoz se remite a la función clara que en este sentido le ha tocado vivir a la escuela y para ello hace una breve pero precisa referencia a la historia de la educación en la Argentina y su relación con los modelos de país que se impusieron. Entonces surge en el diálogo la escuela que formaba ciudadanos, cuando el país necesitaba consolidarse como Nación; también el nacimiento de las escuelas industriales, cuando la Argentina requería mano de obra especializada para fortalecer su perfil industrial.

Y no faltó la referencia al modelo especulativo de país vivido en la década de los noventa, cuando se hizo un claro abandono de las escuelas de esta modalidad. Porque, entiende la directora del Inet, "la vida de las escuelas técnicas tiene mucho que ver con el panorama productivo nacional". Por eso no es casual que sus orígenes estén en el proceso de sustitución de importaciones, es decir cuando la industria nacional tenía peso en las políticas de Estado.

También que más tarde hayan sentido en carne propia "las consecuencias del proceso de desindustrialización" que se inició con la dictadura militar. Para Almandoz, hoy el país propone un modelo que apuesta a la producción, pero evidencia una falta de recursos humanos formados en las especialidades técnicas que el momento económico reclama.

Por eso la especialista no duda en advertir que el modelo de debate propuesto por el director de Educación Media y Técnica de Santa Fe, Fernando Pisani, para responder a los nuevos tiempos es inédito y un ejemplo de por dónde deben buscarse las soluciones: "Debatiendo entre todos -padres, docentes, estudiantes, empresarios, ministerio, gremios y demás organizaciones-".

"Hasta ahora se habían dado importantes encuentros a niveles de gremios y ministerios, pero faltaba sumar a otros sectores. Esto va generar un compromiso diferente", agrega.

María Rosa Almandoz fue justamente la encargada de inaugurar el congreso realizado el jueves pasado en la capital provincial sobre "El rol del técnico en el actual contexto social y productivo", donde se sumaron más de 600 participantes provenientes de distintos sectores del sistema educativo, incluyendo a la universidad.

Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación en mayo de 2003, y señaló a la escuelas técnicas como centro de su política educativa, muchos esperaron enseguida que tal anuncio tuviera su correlato en decisiones concretas.


Acreditar y formar
En este sentido, la directora Almandoz, además de volver la mirada sobre la ley que está en marcha, se detiene a analizar los cambios dados en el sistema educativo donde el panorama se muestra más difícil dada la diáspora de modelos educativos que se viven en el país luego de la aplicación de la ley federal.

Igual, recuerda que se ha avanzado en el compromiso de unificar criterios en los planes de estudio de las escuelas técnicas, tomando como una unidad de trabajo al tercer ciclo de la EGB, el polimodal y los trayectos técnicos profesionales.

En este caso puso el acento en la necesidad de diferenciar la preparación de quienes aspiran a egresar como técnicos de quienes lo hacen de cualquier polimodal. "El polimodal acredita un título, las escuelas técnicas deben además acreditar una formación", dice la funcionaria.

Y sin vueltas se explaya en la clara formación que requiere hoy un técnico. "No se trata de pensar en formar a alguien sólo en un oficio (como sostiene el imaginario social) vinculado con el control manual de una máquina. Hoy la formación de un técnico debe responder al aprendizaje más sencillo de la técnica y la tecnología hasta lo más complejo", precisa.

Alcanzar esta meta requiere además una profunda revisión de cómo se enseña y aprende en las aulas de las escuelas técnicas. De allí que Almandoz considera esencial y una tarea propia del sistema educativo "recuperar las disciplinas como la matemática, la física o la química".

Claro que también considera prioritario atender a las demandas de dotar a las escuelas técnicas con laboratorios y maquinarias. "En esto se trabaja de manera firme", dice la directora y cita como ejemplo concreto los 3.291.149 pesos transferidos a la provincia de Santa Fe, entre el 2003 y el término del primer semestre de este año, para este fin. Aunque entiende que por el número importante de escuelas técnicas con que cuenta la provincia -152 en total- la cifra deberá potenciarse de manera permanente.

No sin fundamentos la educadora apunta a las disciplinas como base de la formación de un técnico. "Se trata de articular los conocimientos teóricos con la práctica manual aplicada. Es decir, en esta formación hay una fuerte base científico-tecnológica apoyada en sólidos conocimientos de la matemática, la física y la química", dice.

Y a renglón seguido insiste sobre el tema con un ejemplo: "Hoy la electrónica atraviesa todo el espectro de la producción, tanto la agroindustrial como la agropecuaria, por eso los cambios que deben darse tienen que responder a esta evolución dada en el sistema productivo".
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En la provincia de Santa Fe existen 152 escuelas que atienden a la formación técnica y agrotécnica de cientos de estudiantes.

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