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sábado,
04 de
junio de
2005 |
Final de Roland Garros
Puerta venció a Davydenko y define con Nadal
La historia se repite un año más tarde. En 2004, un argentino que no figuraba entre los favoritos, Gastón Gaudio, llegó a la final de París desde el lugar 44 del ránking. Hoy, el que se viste con las ropas de los protagonistas es Mariano Puerta, que llegó a la definición de Roland Garros desde el casillero 37 de ATP.
Puerta no sólo dio vuelta el partido complicado para vencer al ruso Nikolay Davydenko por 6/3, 5/7, 2/6, 6/4 y 6/4, en tres horas y 29 minutos, sino también quedó en las puertas de ingresar por primera vez en su carrera al lote de los diez mejores. Su ránking, el lunes, será 11. A menos que gane la final de mañana.
Puerta sacó diferencias en el parcial inicial cuando obligó a su rival a pegar desde los costados, desde fuera de la cancha. Entonces, desde esa posición, a Davydenko se le complicaba tirar ganadores. Era muy arriesgado y entonces el cordobés aprovechó cada pelota corta.
Puerta recuperó rápido el quiebre de Davydenko (2/3 primero y 3 iguales, enseguida). Y desde allí empezó a mandar con su drive para volver a quebrar en el octavo juego y cerrar para 6/3 en el tercer set point.
Desde el segundo parcial fue Davydenko el que se jugó más que Puerta y el que dominó mejor al viento cambiante que molestó durante todo el partido. La balanza en ese parcial se inclinó por Davydenko porque fue el que mejor defendió sus games de saque. Le sacó provecho a dos fallos de Puerta en el duodécimo game, para ganar por 7/5, en 51 minutos. En el siguiente, Puerta siguió siendo el más impreciso, ya que no podía hacer que sus potentes tiros funcionaran con precisión. Davydenko, simple, práctico, fue sacando ventajas, hasta ganarlo, por 6/2, en 31 minutos.
Parecía que todo iba a ser del ruso. Que la semifinal se moriría en el cuarto set porque Puerta ya no llegaba cómodo a las pelotas. Jugaba muy exigido por los costados y, si llegaba a la bola, no tenía la reacción o la fuerza suficiente en sus piernas para darle un efecto a sus golpes, entonces, con tiros rápidos, el europeo se puso arriba en el marcador.
Pero como buen luchador, Puerta no se entregó. Dejó todo en el set más feo, tenísticamente hablando, de los cinco. Arriesgó más palazos a las líneas y el ruso comenzó a equivocarse, al igual que en el primer set, cuando Mariano le bajó la pelota a su drive.
Puerta, que había pasado de 2/1 a 2/3 perdiendo dos games al hilo en cero, aprovechó su chance de quebrar en el séptimo para 4/3. Enseguida, con su servicio, que no funcionó como en los encuentros anteriores, defendió con firmeza sus games de saque y, jugando con algo más de ángulos, ganó por 6/4, en 41 minutos y forzó a un capítulo final.
En el set definitivo, a Puerta se le complicó todo desde el comienzo. La bola rápida de Davydenko le dio un quiebre tempranero para 4/2. Pero Puerta, al igual que en el primer y el cuarto set -ambos los ganó-, recuperó rápidamente el quiebre y, tomando la decisión de tirar desde todos los sectores de la cancha, se puso 4 iguales y enseguida, con un europeo que volvió a tener problemas con su drive bajo, quebró para 5/4 en un regreso fantástico.
En el descanso, antes de sacar para el partido, a Puerta se lo vio respirando profundo. Entre cansado y buscando la tranquilidad. Empezó ese décimo game nervioso. Y lo terminó con todo. Superando al ruso con su sello, un drive muy potente que nunca volvió. (DyN)
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Fotos
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Mariano ya consumó su notable victoria ante el ruso.
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