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| viernes,
29 de
abril de
2005 |
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No escuchó a la vice
Dicen que el bucólico camping del gremio de los estatales santafesinos fue escenario de acercamiento entre magistrados y trabajadores de prensa. El mismo presidente de la Corte se hizo presente y con marcado estilo campechano, a tono con el entorno, formuló un fuerte llamado a trabajar en conjunto en favor de la sociedad. La respuesta fue inmediata cuando también convocó al brindis prolijamente dispuesto en uno de los quinchos donde las mesas desbordaban de triples, vino fino y gaseosas a elección, todo puntualmente saqueado por los siempre famélicos representantes del cuarto poder. Por su parte, el doctor Rodolfo Vigo había tenido a su cargo la apertura en rigurosa clave académica, llamando a los presentes desde el Código de Etica Judicial a promover el "diálogo racional". El camarista penal De Olazábal hizo un mea culpa que llegó a sonrojar a más de uno, en tanto el catedrático Héctor Ruiz Núñez propuso abiertamente iniciar una negociación entre las partes para encontrar un punto de equilibrio en el tratamiento de la información judicial. Entre mordiscos y sorbos, no pocos se privaron de comentar la curiosa interpretación que había hecho el juez de sentencia corondino sobre la masacre de la cárcel. Para el hombre de ley lo más grave había sido el tratamiento periodístico dado a la muerte de los catorce reclusos. Desde un propio código, que seguramente no era el de Etica Judicial, entendía que los periodistas deberían haber priorizado a los autores materiales antes que buscar responsables en el poder político y los guardiacárceles. El magistrado (Julio César Arri, sin h) dejó sorprendidos a todos. Seguramente no había escuchado lo que por las mismas horas decía la vicegobernadora Bielsa al asumir toda la responsabilidad política de la tremenda tragedia. De contramano el hombre.
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La marca de la pantera
Cuentan que la periodista venadense Norma Migueles pugnaba con insistencia por entrevistar al senador Carlos Reutemann en ocasión de su reciente visita a Murphy, donde dio un postrer adiós a su amigo, el presidente comunal Emilio Marciano. La muchacha aguardó un momento propicio y antes de disparar su pregunta saludó efusivamente al Lole y le estampó un beso en la mejilla. El hombre, parco como es su costumbre, continuó el trayecto hacia la sala velatoria sin percatarse de que había quedado marcado. Otro periodista le hizo notar la situación y el senador, a fuerza de refregar con su pañuelo pudo librarse de la llamativa marca de rouge. Ella después admitiría como en un lamento: "Y... sí... la verdad es que me había puesto un rouge muy pegadizo". Hay cariños que matan.
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La familia unida
Uno es peronista y abogado, el otro frepasista y docente. Ambos son ediles de Villa Constitución, y entre otras tantas características que los diferencian por lo menos hay una que contribuye a atenuar lo que por momentos se convierte en turbulenta relación política: son cuñados. Aunque el lazo casi familiar no parece un impedimento para que se trencen en memorables contrapuntos públicos con inusual asiduidad. Así ocurrió noches pasadas, cuando en plena sesión del Concejo el frepasista pidió una sanción para el abogado, al considerar que sus dichos habían sonado ofensivos. Claro que al final el amor por una hermana parece que primó por sobre las diferencias políticas, y al término de la tempestuosa reunión el peronista llevó al docente hasta su casa en su flamante auto blanco. De todos modos, una incertidumbre quedó flotando aún en el seno familiar del ex hombre de Chacho Alvarez: ¿lo invitará su cuñado al cumpleaños que festeja el 7 de mayo? |
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"La decisión (de que acepte ser candidato a diputado nacional) depende mucho de cuál sea el proyecto a nivel nacional, de cómo sigue para Santa Fe y, en mi caso, depende mucho de lo que converse con mi familia"
Horacio Rosatti
Ministro de Justicia de la Nación
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