| miércoles, 09 de marzo de 2005 | El aula donde un chico mató a tres compañeros permanecerá cerrada Sólo 5 compañeros de los muertos en Patagones retomaron las clases Seguirán en la institución 22 alumnos. Ayer los padres no los enviaron en protesta por la falta de mejoras Con la presencia de sólo cinco de los 22 alumnos que integran el curso en el que el año pasado un estudiante mató a balazos a tres de sus compañeros, se reanudaron ayer las clases en el colegio Islas Malvinas de Carmen de Patagones. La mayoría de los padres decidieron no enviar sus hijos hasta mañana en protesta por la falta de refacciones y seguridad.
A las 8 en punto se realizó un sencillo acto de reapertura del ciclo escolar, con un minuto de silencio en homenaje a Federico Ponce, Evangelina Miranda y Sandra Núñez, los tres chicos muertos en la fatídica mañana del 28 de septiembre último.
Allí, Graciela Otero, una de las preceptoras, pronunció un breve mensaje, en el que consideró que hay que "avanzar juntos y sin tropiezos. Lo tenemos que hacer por ellos y porque en lo alto tres luces brillan para alumbrarnos el camino".
Pablo Saldías, el chico que sobrevivió a las lesiones más graves, y Rodrigo Torres, otro de los jóvenes que resultó herido, pidieron sus pases a otras escuelas durante el receso escolar.
Natalia Salomón, que recibió un impacto de bala en su brazo derecho, fue la única de las víctimas del ataque de Junior que ayer concurrió al establecimiento.
Víctima en recuperación "Estoy bien pero sigo haciendo ejercicios de recuperación del brazo, tengo todas las pilas puestas y aunque sé que es un poco duro pienso que hay que seguir hacia adelante" dijo la joven antes de ingresar al establecimiento.
Los otros dos alumnos que también fueron heridos en el episodio no concurrieron al establecimiento en protesta porque durante el receso estival no se hicieron los arreglos en el edificio que los padres habían solicitado para cambiar el escenario de la tragedia. "En el mes de octubre pasado le pedimos al ministro (de Educación, Mario Oporto, que por respeto a todos los chicos del colegio se pintara la escuela y se le diera un aspecto distinto y renovado", señaló Daniel Leonardi, papá de Nicolás, uno de los alumnos heridos por Junior.
Por el mismo motivo faltaron los restantes alumnos del curso, que de acuerdo con lo que convino la mayoría de los padres no volverán hasta mañana. Esperan que Oporto les responda un petitorio escrito en el que le piden urgente respuesta a sus reclamos.
La directora Adriana Goicoechea reconoció estas carencias, pero dijo que "no son temas que podamos resolver nosotros, dependen del Consejo Escolar y la dirección de Arquitectura de Educación". Ratificó que el aula de la tragedia permanecerá cerrada "hasta tanto entre alumnos y docentes se resuelva qué hacer en ella" y dijo que "la tarea de recuperarnos emocionalmente no tiene plazos".
En este sentido, sostuvo que "todos los días 28, a partir de este mismo mes de marzo, se desarrollará un proyecto institucional de recreación de la memoria y como actividades extracurriculares se organizará un taller de teatro y peñas literario-musicales con profesores y alumnos".
Goicoechea confirmó que la matrícula del colegio "se mantiene en su promedio histórico" y estimó que "en primer año hay un 20 por ciento menos de alumnos porque también se redujo el egreso del noveno año de la Escuela General Básica (EGB) y no porque los chicos tengan resistencia a venir a Islas Malvinas".
Desde el día de la tragedia, las marchas de familiares de las víctimas se realizan cada viernes por la costa del río Negro, con críticas al sistema educativo, la Justicia y los políticos por su accionar antes de la masacre. En el avance de las investigaciones sobre los hechos, los padres de las víctimas declararon hace una semana en el sumario interno dispuesto por la Dirección de Educación bonaerense para determinar responsabilidades en el caso.
Para Tomás Ponce, padre de Federico -uno de los asesinados por Junior- "es un paso muy importante y necesario, que se venía demorando mucho, porque el sumario permitirá comprobar si nosotros tenemos razón cuando decimos que en la escuela falló la seguridad".
Además, advirtió que "Junior estará en marzo en otra escuela con identidad cambiada y realmente un asesino de este calibre no puede estar jamás en libertad. Porque pensó lo que hacía". (Télam y DyN) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los padres exigen medidas de seguridad. | | |