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 domingo, 12 de diciembre de 2004  
La base es de 2.415.000 pesos
Intentarán subastar una vez más el terreno y los edificios Construfé
Es el complejo inconcluso de Mendoza y Ayacucho. El remate, que ya fracasó una vez, será el 21 de diciembre

Jorge Salum / La Capital

Una vez más intentarán vender el terreno y los esqueletos de hormigón de lo que alguna vez se proyectó como el complejo de viviendas Construfé. Será a través de una subasta judicial prevista para el martes 21 de diciembre, según anticipó a La Capital el martillero que tendrá a su cargo el remate, Marcelo Poliotti. La base de la subasta será de 2.415.000 pesos y las ofertas deberán realizarse por sobre cerrado, aunque los interesados tendrán luego la oportunidad de mejorarla frente a eventuales competidores. Un intento similar fracasó el año pasado porque no hubo oferentes, pero Poliotti cree que ahora será distinto. "Las cosas cambiaron y creo que esta vez puede haber inversionistas interesados", pronosticó.

Construfé es un edificio que quedó a medio hacer y se levanta en Mendoza y Ayacucho. Fue proyectado a mediados de los años 80 como un complejo de cuatro torres de 20 pisos cada una. Tal como lo habían imaginado sus mentores, sería uno de los complejos de viviendas más grandes de la ciudad. Tendría 404 departamentos de dos y tres ambientes más cocheras y locales comerciales.

Pero la construcción se paralizó en 1989. Para entonces muchos departamentos ya se habían vendido y quienes los adquirieron jamás recuperaron su dinero. Lo mismo sucedió con quienes habían entrado en un plan para pagarlos a largo plazo. Como era previsible, se originó un conflicto que terminó en la Justicia y que aún permanece latente.

Los esqueletos de hormigón -tres de los cuatro proyectados originalmente- están en el corazón de barrio Martin, a pocos metros de la avenida Belgrano y a cinco cuadras del Monumento a la Bandera. El terreno tiene 3.975,95 metros cuadrados y está ubicado en una de las áreas más cotizadas de la ciudad, según admiten algunos operadores del mercado inmobiliario.

Su historia se remonta a la época en que la provincia era gobernada por José María Vernet. Y nació con un equívoco: como el Banco Provincial de Santa Fe aparecía vinculado a las operaciones de venta y financiación de los departamentos y locales comerciales, muchos inversores pensaron que en realidad la entidad oficial era garante del proyecto. Pero no era realmente así y los interesados lo comprobarían cuando la hiperinflación de 1989 obligó a la empresa constructora a paralizar la obra.

Ese mismo año la firma encargada de ejecutar el proyecto entró en concurso preventivo y luego quebró. La organización propietaria del proyecto tuvo el mismo destino. Quienes habían pagado su departamento, o parte de él, nunca recuperaron la inversión. Son 140 rosarinos que aún hoy pugnan por hacerlo, aunque en caso de que finalmente el inmueble se venda difícilmente entren en el círculo de quienes se repartirán el dinero.

Además, está el fantasma de que la operación vuelva a fracasar como en el pasado. Ya en julio de 2002 el juez a cargo del proceso, Rodolfo Bruch, abrió una licitación para vender el terreno y las torres de cemento. Dos meses después recibió una oferta de 2.100.000 pesos y la desechó por insuficiente. Pasaron varios meses hasta que en marzo del año pasado le puso bandera de remate con la misma base de ahora: 2.415.000 pesos. La subasta duró 10 minutos y terminó sin pena ni gloria porque no hubo ofertas.

Ahora habrá un nuevo remate y, pese a los antecedentes, los operadores judiciales involucrados en el proceso se muestran optimistas. "Quizás esta vez podamos venderlo", especulan y se preparan para escuchar ofertas.

Los interesados en adquirir el predio podrán visitarlo entre el 16 y 17 de diciembre. Luego contarán con plazo hasta el 20 para presentar sus ofertas. Tendrá que ser por sobre cerrado y en la secretaría del juzgado en lo Civil y Comercial Nº12. El martillo finalmente se bajará en algún momento después de las 16.30 del 21. Ese día, en el Colegio de Martilleros, los interesados podrán subir sus ofertas. Eso sí: únicamente podrán hacerlo quienes previamente lo hayan hecho por escrito y reservadamente.
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