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 sábado, 27 de noviembre de 2004  

candi
Charlas en elCafé del Bajo
-Parece que el intendente le pegó al Concejo, Candi. Dijo: "Mi aspiración es tener un Concejo Municipal con ediles serios, estudiosos y responsables".

-Y algunos concejales no hicieron aguardar su respuesta. José Elmir sostuvo que "las declaraciones vertidas admiten segundas lecturas que, evidentemente, resultan muy claras. El intendente manifiesta entre líneas su desacuerdo con la conformación actual del cuerpo deliberativo de esta ciudad, el cual, cabe señalar, forma uno de los dos poderes municipales. Para el ingeniero Lifschitz los concejales no califican para ocupar el rol social y de poder en el que están. Sin embargo, la responsabilidad de los concejales en tanto cuerpo legislativo ha dado durante este tiempo de gestión muestras más que cabales, al preocuparse no sólo por generar y estudiar proyectos determinantes para la calidad de vida de la población rosarina (vale recordar el estudio minucioso que están realizando sobre el marco regulatorio del transporte urbano de pasajeros, estableciendo además propuestas alternativas y superadoras) sino que además intentan plantear mecanismos más agudos en torno al control no sólo de las políticas públicas de la ciudad, sino también de la labor de los funcionarios que nos representan (es el caso de la ordenanza del Tribunal Municipal de Cuentas, otorgándole ahora legitimación procesal, además del juicio de cuentas y de responsabilidad)".

-Un palo para el Ejecutivo, que no ha sido muy prolijo que digamos en el tema del Tribunal de Cuentas.

-"Es imperioso destacar asimismo que las investiduras sean respetadas, tanto las del cuerpo ejecutivo como las del legislativo -dijo Elmir-. Esto parece no haber ocurrido con las declaraciones realizadas, no sólo por lo que el señor intendente enunció sino también por los medios elegidos para ello. Hoy, a un año de gestión de la actual administración resulta por momentos irrisorio que los concejales deban enterarse por los medios de difusión locales de las críticas que el intendente tiene para con el cuerpo que conforman". El edil continúa: "El señor intendente debería abandonar las manifestaciones capciosas y no abonar asperezas estériles, las cuales, lejos de avanzar en el camino de la optimización de las tareas ejecutivas y legislativas, promueven malestares entre dos órganos que deberían aunar esfuerzos en beneficio de la ciudad y sus habitantes. Finalmente, si el señor intendente está convencido de que hay que cambiar, hay que priorizar la integración de las listas con otros criterios, éste no es, y no debe serlo, el modo más adecuado. Habría que tratar de establecer, entonces, si las declaraciones avalan un serio deseo por parte del intendente o si responde únicamente a generar un malestar que, hasta el momento, no deja de parecer una afrenta sin fundamentos. Cobraría vital importancia que el señor intendente concertara un espacio de debate a los efectos de acordar las políticas a llevar a cabo en relación con el transporte, que funcionan hasta la actualidad bajo concesiones precarias; el tratamiento de la disposición final de los residuos -que se depositan a escasas cuadras de las viviendas de miles de vecinos-, los semáforos, la implementación del poder de policía -para regular finalmente los derechos de los particulares en beneficio del bienestar general-, entre algunos de los aspectos más importantes a solucionar. Entonces sí, construiremos una ciudad real y no virtual como la que tenemos hoy".

-¡Qué garrotazo! Le digo algo, Candi: a lo mejor el intendente cuando hizo estas declaraciones se refirió a algunos concejales peronistas que, la verdad sea dicha, en algunas cuestiones hacen agua. Pero ¿qué opina usted, Candi?

-Elmir tiene razón, el intendente no estuvo bien porque si bien es cierto que hay concejales que podrían no funcionar, también es cierto que están aquellos que hacen cosas interesantes por la ciudad. Además el Ejecutivo también tiene sus errores ¿Quién puede tirar la primera piedra? Claro, las equivocaciones del Ejecutivo no trascienden o se pierden en el manojo de circunstancias porque lo cierto es que funciona muy bien el aparato de marketing y comunicación de la Municipalidad.

Candi II

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