Tragedia. Los amigos del agresor dicen que era tímido y le costaba integrarse

"Lo más sensato que podemos hacer los humanos es suicidarnos"

Mensajes en el pupitre de Rafael, un chico callado

"Lo más sensato que podemos hacer los seres humanos es suicidarnos", "La mentira es la base de la felicidad de los hombres", "Si alguien le encontró sentido a la vida, por favor escríbalo acá", son algunas de las frases que se pueden leer en el pupitre que usaba Rafael todos los días. El banco, situado en las primeras filas de la pequeña aula, frente al que se paró cuando comenzó a disparar, fue secuestrado por orden de la Justicia.

Pero sus compañeros, docentes y los vecinos no podían creer que Rafael, ese chico callado, tímido, buen alumno y de excelente comportamiento, pudiera haber provocado semejante masacre en Carmen de Patagones. La ciudad, la más austral de la provincia bonaerense, está ubicada en el límite con Río Negro, justo en frente de la capital de esa provincia, separadas ambas poblaciones por el río Negro.

Hasta ayer, Rafael, de 15 años, conocido con el apodo de "Junior", vivía en una casa del Barrio 99, con un hermano, su madre - empleada doméstica- y su padre, suboficial de la Prefectura Naval Argentina (PNA) que trabajaba en el museo de ese establecimiento.

Ahora, el padre del chico podría ser sancionado en la PNA, ya que su propio hijo le sacó el arma reglamentaria mientras dormía y cuando su madre ya había salido rumbo a su trabajo. El hombre, según Prefectura, egresó de la ex Escuela de Suboficiales Martín Jacobo Thompson (actual Instituto de Formación de la PNA), en la ciudad bonaerense de Zárate, y la fuerza tenía "muy buenos antecedentes de él y de toda la familia".

Al adolescente le gustaba la música de Marilyn Manson y vestía de negro, aunque en la última semana había traído todos los días un camperón verde, del que ayer sacó la pistola 9 milímetros con la que disparó a sus compañeros.

A veces jugaba al fútbol como arquero en el club Atenas, en el que anoche velaron a los tres chicos muertos en la balacera.

Rafael era considerado un buen alumno. La subsecretaria de Educación de la provincia de Buenos Aires, Delia Méndez, aseguró que según le informaron los docentes es "un chico tímido, que le costaba integrarse con sus compañeros, pero que nunca había tenido actitudes violentas que podían hacer predecir una conducta de este tipo".

Una versión indicó que el joven había mantenido una discusión con una de las víctimas horas antes del ataque, pero las fuentes policiales no pudieron confirmar esos rumores.

El ministro de Educación bonaerense, Mario Oporto, señaló que el joven se "caracterizaba por la timidez por encima de la violencia", aunque señaló que "es necesario aguardar que sea interrogado por los profesionales para conocer su perfil". El funcionario señaló que "el gabinete psicopedagógico de la escuela había intervenido pero más vinculado a su aislamiento, porque es un chico con buena actividad escolar, un buen alumno". Añadió que "ahora es necesario tratar de ayudar a reencauzar la institución, que está muy golpeada, y ayudar a los papás de los chicos muertos". (Télam y DYN)

Alicia Ramallo, jueza de Bahía Blanca, en la escuela de Carmen de Patagones.