"Murió Federico, mi compañero de banco"

A las 10 de la mañana, Santiago estaba recorriendo las radios de Patagones pidiendo dadores de sangre para sus amigos. Dos horas antes, en su curso se había desatado la tragedia. Cuando tocó el timbre, en lugar de sentarse en su lugar como todos los días, fue hasta el pasillo a saludar a un compañero de otro curso. "Estaba charlando con un amigo cuando empecé a sentir ruidos muy fuertes dentro de mi aula. Primero pensé que era la calefacción, pero después me dí cuenta que eran explosiones muy fuertes. Me asomé y ya había terminado todo. Muchos chicos todavía estaban cubriéndose debajo de los bancos, otros en el piso. No puedo entender qué es lo que pasó". El peregrinar por los medios de comunicación de Patagones lo dejó en diálogo con el programa Zona de Noticias, de FM Meridiano de Rosario.

Santiago habla como un autómata, aturdido y conmocionado por lo que acaba de pasar. "Pude haber muerto yo, pero murió Federico, mi compañero de banco. Cuando vi todo eso, empecé a ayudar a los padres a llevar a mis compañeros heridos hasta el hospital para que los atendieran. No sé cómo estoy acá, qué estoy haciendo".

Después dijo que no vio nada extraño en la conducta de Rafael, el chico que hizo los disparos, ni supo que tuviese problemas con alguien. "Yo no soy su amigo, pero me parece que no había pasado nada raro. Era un chico muy callado, que no se metía con nadie". Ya no pudo seguir hablando. Alcanzó a pedir que los dadores de sangre se presentasen en el hospital y dio las gracias. Dos horas antes, su vida había cambiado para siempre.

Desconsuelo de los compañeros.