Annette Bening llevó a San Sebastián el glamour de la Meca

"La propia naturaleza del cine se contrapone a la espontaneidad"

La actriz, que mostró "Being Julia", fue distinguida con el Donostia por su trayectoria

Claudia Regina Martínez

La carrera de Annette Bening no es demasiado prolífica. Pero por la delicadeza y el cuidado con que supo elegir sus papeles, el Festival de San Sebastián distinguió ayer a la actriz de Hollywood con el premio Donostia a toda una trayectoria.

Nominada dos veces al Oscar y esposa de uno de los grandes mitos de Hollywood, Warren Beatty, Bening brilló además en el festival español con su nuevo trabajo, "Being Julia", en el que dirigida por el húngaro István Szabó encarna a una actriz, Julia Lambert, que se enfrenta a la crisis de madurez iniciando una aventura con un joven.

La actriz de 46 años comentó que fue una delicia trabajar con el director de "Mephisto". "La propia naturaleza del cine se contrapone a la espontaneidad. Las cámaras, las luces, el micrófono, todo te está limitando. Pero Szabó le da al actor la mayor libertad posible. Te dice que hagas lo que quieras y que la cámara te seguirá. Eso es una bendición".

La película, exhibida fuera de concurso, está ambientada en el mundo del teatro del Londres de fines de los años 30. "Quise ser actriz cuando a los 13 años fui por primera vez al teatro. Durante mucho tiempo no quería hacer cine. Me gustaban más las grandes ideas de la literatura dramática, el lenguaje del teatro y el estado atlético de las personas".

De todas maneras, no está de acuerdo con lo que dice su personaje en la película: "Las buenas actrices no hacen cine". "Era otra época, otra concepción. Había que sufrir en el escenario y hacer ocho funciones a la semana. Parecía que hacer cine era sólo estar guapa y que aquello no tenía nada que ver con actuar".

En "Being Julia", la actriz tiene una buena relación con su hijo. Lo mismo ocurre con los propios. "Mis hijos tienen 12, 10, siete y cuatro años. Los menores no perciben mucho de mi trabajo, salvo cuando vamos de viaje a lugares interesantes. Pero los mayores se interesan mucho. Saben que amo lo que hago y les hablo mucho de ello. A veces paso mucho tiempo fuera, pero ellos lo llevan bien".

Bening, considerada hoy en día una de las actrices más talentosas de Hollywood, tuvo su gran oportunidad en el cine interpretando a la marquesa de Meteuil en "Valmont" (1989), de Milos Forman. Luego, estuvo nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria por "Ambiciones prohibidas" (1990) y a la mejor actriz protagónica por "Belleza americana", de Sam Mendes.

Szabó le dio la oportunidad de interpretar un papel complejo, que, dado que la película se estrena en Estados Unidos el 15 de octubre, seguramente también será tenido en cuenta por los miembros de la Academia.

Sobre la dificultad de conseguir un papel interesante para una actriz mayor de 40 años, Bening señaló: "Muchas cosas en el cine son sólo negocio. Quieren historias simples que lleguen a un público amplio. Quizá haya que educar un poco a algunos productores y mostrarles que también hay un público más amplio que requiere historias adultas. De todas maneras, las mujeres no deberíamos internalizar ese tipo de prejuicios".

En San Sebastián se esperaba que la actriz llegara acompañada de su marido Warren Beatty, que no pudo recibir su Premio Donostia en 2001 a causa de los atentados terroristas del 11 de septiembre. "Lo hablamos mucho, pero él prefirió quedarse con los niños".

Cuando se le preguntó cómo era vivir con un mito, se rió. "La verdad es que no experimento la vida cotidiana como mítica", bromeó. "El es un espíritu muy creativo y tiene mucho talento. Lo veo en cómo lleva su vida y en todo lo que hace, incluso en cómo se comporta como padre".

Annette Bening, un talento de Holywood.